Nace una empresa que fomenta comer en casa

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Carlos Castro

Marta Vázquez y Maica García proponen un menú diario, al precio de siete euros, que se puede reservar por teléfono, pero también por WhatsApp

09 dic 2018 . Actualizado a las 13:36 h.

La profesora de inglés Marta Vázquez, y la periodista Maica García, que comparten afición por los fogones, decidieron ponerse su propio delantal y crear una empresa de comida para llevar para casa. Empezaron hace una semana a recibir encargos por teléfono, por WhatsApp y a través de las redes sociales, en las que difunden los menús semanales, con los que tratan de buscar un equilibrio nutricional. Un primero de verdura; otro con carne, con pescado o vegetariano, y un postre, equilibrado respecto de los dos anteriores. Todo ello, por siete euros.

En el ánimo de estas dos emprendedoras está potenciar el respeto por el medio ambiente. Por ello, están tratando de convencer a sus clientes de que lleven sus propios recipientes para transportar la comida, para evitar lo máximo posible el uso de plásticos y de aluminios. Otra de sus máximas es no desperdiciar alimentos, y por ese motivo compran en el mercado solo lo que necesitan para los pedidos de cada día. Pastel de espárragos, revuelto de verduras y setas, lentejas al curri, sopa minestrone y ensalada de col y nueces son los primeros platos diseñados para cada uno de los días de la semana próxima por estas dos mujeres, enamoradas de la cocina internacional.

Maica García y Marta Vázquez compartían recetas y secretos de cocina mientras esperaban a sus respectivos hijos a la salida del colegio. La oportunidad de poner en marcha Como en casa surgió cuando se enteraron de que quedaba libre un local del CEI Nodus que tenía cocina y en el que antes se desarrolló una iniciativa parecida. La distancia entre una ilusión y una realidad la salvaron después de consultar con sus familias y de meditar y sopesar posibilidades, hasta que decidieron dar un paso hacia adelante. «Poco a poco -señaló Maica- empezamos con el papeleo que supone poner en marcha una empresa. No fue fácil, y en más de una ocasión pensamos en abandonar, por la gran cantidad de obstáculos que nos fuimos encontrando».

Buscaron una modalidad que les permitiera conciliar, lo que significa que la cocina permanece cerrada los fines de semana y tampoco hacen cenas. Ofrecen a sus clientes, sin embargo, la posibilidad de que se lleven la comida de la noche al mediodía y la calienten en casa.

Las dos emprendedoras recogen pedidos hasta las 11 de la noche del día anterior, aunque atendieron alguno que les llegó a primera hora de la mañana, antes de ir al mercado a hacer la compra del día. «Tienen que avisarnos con antelación, porque aunque en un momento podamos improvisar e intentar que nadie se vaya con las manos vacías, no podemos hacerlo, por ejemplo, con los yogures, que lleva su tiempo prepararlos», señaló Maica García.