Sin rastro de la banda del asalto a Caixa Rural frustrado por la alarma

La Voz LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

CARLOS CASTRO

El sistema de vigilancia los grabó y permitió la llegada de la Policía en tres minutos

11 dic 2018 . Actualizado a las 22:12 h.

En la madrugada del pasado viernes, una banda profesional de ladrones intentó en la sede central de Caixa Rural, en Lugo, uno de los mayores robos de los últimos tiempos en Galicia. Pero el resultado fue uno de los mayores fracasos, porque además de no llevarse dinero, casi se salda con la detención en directo de una parte de la banda de ladrones. Los cacos quizá se dejaron llevar por la falsa idea de que la entidad financiera tendría un sistema de seguridad humilde, pero en realidad estaba tan bien vigilada que casi resultaron detenidos a pesar de realizar una rápida intervención de tres minutos.

El asalto a Caixa Rural estaba muy bien planificado por los malhechores. Lo prepararon para un largo puente, con la idea de meterse dentro de la sede central de la entidad y trabajar tranquilamente de madrugada para llevarse lo que consideraban un suculento botín, saqueando la sede central de una entidad financiera.

A la 1:44 horas se presentaron los cuatro individuos ante la sede de la entidad, después de haber aparcado en las cercanías un potente Audi A-6 con matrículas falsas. Provistos de marras, picos y palancas, reventaron la puerta en cuestión de segundos y penetraron en la sede. En ese mismo momento desde la empresa de seguridad se avisó a la Policía describiendo que cuatro individuos encapuchados y provistos de guantes y de esas herramientas estaban reventando la puerta y trataban de entrar en la sede. En los tres minutos siguientes, entre la 1:44 y la 1:47 de la madrugada del viernes, los ladrones recorrieron varios puntos de la sede de Caixa Rural para anular los sistemas de vigilancia, llegando a romper y aplastar varios elementos electrónicos. Sin embargo la empresa de vigilancia los seguía controlando y grabando con gran nitidez por todos los lugares que recorrieron. Exactamente a los tres minutos, la 1:47 de la madrugada, los ladrones salían tranquilamente por la puerta de la entidad y se marchaban. Ellos creían que habían acabado su trabajo, que era anular las alarmas, para dejar el camino libre a otro grupo que luego entraría tranquilamente a vaciar la Caixa con las herramientas que suelen utilizar estas bandas. En otros asaltos se han grabado cortadoras radiales a batería, pinzas de presión neumática como las utilizadas para abrir coches tras un accidente, sopletes e incluso lanzas térmicas para fundir el acero.

Trabajo en grupos

Cuando salió el último de los cuatro cacos cerró la puerta tras él, pero el que le precedía le advirtió que la dejase abierta, porque estaba roto el cristal y algún viandante podía verlo y llamar a la policía. Así que los cuatro ladrones salieron por la puerta con calma, creyendo erróneamente que habían inutilizado los sistemas de alarma en tres minutos. Y lo que no sospechaban era que la policía estaba avisada y las patrullas ya viajaban hacia Montero Ríos a toda velocidad. Ellos salieron a la calle tranquilamente pero cuando estaban prácticamente metiéndose en el potente Audi A-6, uno de los coches policiales ya se les echaba encima. Entonces emprendieron una alocada carrera de huida hacia A Fervedoira a altísimas velocidades que el coche policial no pudo seguir por no disponer de tanta potencia.

Todo apunta a que los cacos iban a dejar pasar un tiempo con la entidad vacía y vigilando si alguien se acercaba. En cuento hubiesen comprobado que el sistema de alarmas estuviese inutilizado, entraría el grupo que reventaría los cajeros y demás instalaciones con el material adecuado y con varias horas por delante para trabajar tranquilamente durante la madrugada.

Y así hubiese sido, porque una vez que la policía salió persiguiendo a los cacos, la calle quedó en calma, a no ser por la anécdota de una falsa alarma que saltó por algún motivo en un negocio cercano seis minutos después.

El sistema de vigilancia, además de evitar el robo, servirá de mucha ayuda a la Policía por las imágenes de alta calidad en las que se aprecian muchos detalles de los cacos, que se podrán comparar con otros asaltos. Aunque ayer la Policía explicó que todavía no hay detenciones ni nada que informar sobre la investigación, es evidente que los agentes trabajan con una elevada cantidad de imágenes claras y de muy alta definición que facilitarán las identificaciones y la comparación con otros casos.

Ladrones que abren en tres minutos cajeros certificados para resistir más de una hora

El asalto fallido a la sede de Caixa Rural se frustró por el sistema de alarma, que avisó a la Policía en tiempo real de la llegada de los delincuentes y resultó infalible a los ataques de la banda especializada. Pero en caso de que la entidad no contase con tal seguridad y hubiesen entrado al interior sin ser detectados, la tecnología que despliegan estas bandas abruma a los cuerpos policiales. Recientemente se han visto en Galicia casos en los que reventaron y vaciaron en tres minutos cajeros automáticos que están certificados para resistir más de una hora antes de ser abiertos. Estas bandas llevan hasta cortadoras radiales con batería.

Tecnología y conocimiento

Nada más entrar en el cuarto del cajero, el ladrón encapuchado empieza a cortar el chasis del cajero con la rebarbadora a baterías. Otro entra provisto de una marra y cuñas metálicas que va introduciendo a golpes para facilitar la apertura de la puerta blindada del cajero. Y un tercero aparece con una gran pinza de presión, de las utilizadas para abrir los coches accidentados y excarcelar a los heridos. Esta máquina está alimentada por un compresor neumático que la surte desde la calle a través de dos mangueras. Un cuarto individuo vigila y ayuda a meter y sacar las herramientas y en tres minutos cae al suelo la puerta acorazada del cajero automático, dejando a la vista las cajas de billetes. Los ladrones no pierden ni un segundo en inutilizar las cámaras de grabación, ya que al llevar la cara oculta prefieren gastar los segundos en abrir el cajero.