Despeatonalización

Luis Latorre

LUGO CIUDAD

11 ene 2019 . Actualizado a las 20:00 h.

Conducir en Lugo es mucho más complejo de lo que debiera, y eso es uno de los muchísimos efectos secundarios que conlleva la permanente huelga de celo que parecemos sufrir por parte

de las fuerzas del orden locales. La desastrosa desorganización de las líneas de transporte público, por cuya mejora llevamos esperando dos años de continuos anuncios, tampoco ayuda a dejar el coche en casa y descongestionar las calles. Tanto por su configuración como por su densidad el tráfico de nuestra ciudad tendría que ser más fluido y, desde luego, menos farragoso pero ya ven, es lo que hay.

Pero fuera de las vías convencionales hay una situación que cada vez se repite más y es la «despeatonalización» de nuestras calles. Algunas de las arterias que se vedaron al tráfico hoy vuelven a tener mucha más circulación de la mínima necesaria (que se reduce a residentes y vehículos de servicio). Ejemplos hay los que quieran: San Pedro, San Marcos… y no solo en el centro. El paso de motos por el peatonalizado Puente Romano es una cosa tan habitual que ya no sorprende a nadie.

Además de esa circulación, está el hecho de que cada vez se toman más por el pito del sereno las normas más obvias de circulación. Motos entrando a la zona peatonal a través de la puerta de San Pedro o de Rúa Nova, enormes furgones de reparto para farmacias entrando a cualquier hora por calles estrechas y peatonales, camiones haciendo carga y descarga en pleno centro fuera del horario aprobado para ello…

En estos años vemos que la situación empeora a marchas forzadas, probablemente por desidia, y que en lugar de apostar por el transporte público o por medios alternativos como la bicicleta se sigue dejando que la selva invada poco a poco la civilización. Peatonalizar no es el futuro, es el presente y no podemos dar ni un paso atrás en ese sentido. Es más, ya deberíamos estar mucho más avanzados en ese tema.