El estreno del icono de las discotecas de Lugo: Yguazú

LUGO CIUDAD

PEINÓ

El gran centro de ocio de la ciudad abrió en el año 1979

04 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En las próximas semanas se cumplirán cuarenta años de la inauguración de una de las grandes discotecas urbanas de la capital lucense: Yguazú. Esta sala de espectáculos, como así fue definido el negocio en los inicios de 1979, fue un referente del ocio para miles de lucenses que ahora pasan ampliamente de los cincuenta.

El establecimiento ocupó un local, de grandes dimensiones, ubicado en los bajos del edificio número 24 de la que entonces era la calle Pilar Primo de Rivera, actualmente Otero Pedrayo. La fiesta oficial de inauguración, que constituyó todo un acontecimiento social, tuvo lugar en la noche del 8 de marzo de 1979. Una invitación para esa velada daba un caché especial porque significa que el poseedor tenía contactos. Entre los dueños figuraba un ex boxeador, José Saavedra, conocido como Puchi. Otros empresarios de la ciudad también estaban en el negocio.

La sala supuso una inversión de 35 millones de pesetas, un dineral en aquella época. Fue la auténtica «caña» de la noche de Lugo por su sistema de luces y otros adelantos. Pronto se convirtió en una máquina de hacer dinero. Hubo épocas en las que abría diariamente con dos sesiones, de tarde y noche, incluidos los lunes, algo impensable actualmente.

El precio de las entradas no era precisamente para captar a todos los públicos. Empezaron, según recuerdan algunos de los asiduos, en trescientas pesetas y fueron subiendo hasta llegar a 500 y posteriormente a 1.000.

La popularidad de la sala llegó, entre otros motivos por las actuaciones en directo y los carnavales. Alcanzaron fama en media Galicia. A los desfiles acudían comparsas y máscaras, ya no solo de la comunidad sino también de Asturias y León, porque los premios era muy sustanciosos. Para conseguir entradas había que reservarlas semanas antes por que se agotaban en un abrir y cerrar de ojos, a pesar de que costaban sobre 3.000 pesetas, eso sí con derecho a consumición. Cuentan algunas crónicas que muchos ediles de las corporaciones municipales se sumaron a la parranda con disfraces y sin ellos.

Por el escenario de Yguazú pasaron multitud de artistas de todos los géneros. En la lista figuran los humoristas Tip y Coll, el grupo de rock Barón Rojo, Tequila con Ariel Rot y sus colegas...

La propiedad supo aprovechar los mejores momentos de cada artista para llevarlo al escenario y garantizar llenos absolutos. En la lista de conciertos hay que incluir a Pablo Abraira, Massiel, Rocío Dúrcal, Víctor Manuel, Rumba Tres, Dyango, Ángela Carrasco, María Jiménez, Albano, Cadillac, Gibson Brothers, Los Panchos y otra serie de artistas de primera línea. En algunos casos llegaron a agotar las entradas disponibles, como ocurrió cuando la Dúrcal vino a cantar sus rancheras.

El decorador lucense Pedro Agrelo fue quien proyectó la sala que tenía dos pistas para bailar, un amplio espacio de mesas y butacas y en la parte superior, donde también había restaurante, unos balcones que permitían controlar todo el espacio inferior.