La imagen del viejo Hospital Xeral ya pasó a la historia

La Voz LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Los trabajos de derribo apenas dejaron en pie la caja de las escaleras y la de los ascensores de la fachada principal y pocas habitaciones

20 sep 2019 . Actualizado a las 13:35 h.

La imagen actual ya no se parece en nada a lo que fue el gran edificio del viejo hospital Xeral de Lugo, popularmente conocido como A Residencia. La demolición que está ejecutando Tragsa por encargo de la Xunta avanzó a buen ritmo estos últimos días y prácticamente el edificio ya ha desaparecido. Apenas queda en pie una torre formada por la caja de las escaleras y la del ascensor de la parte central del edificio.

La magnitud de las obras aportó detalles curiosos del mundo de la construcción como la gran cizalla sobre una grúa con la que la empresa va derribando la estructura de hormigón al mismo tiempo que corta las vigas de hierro casi como una tijera corta piezas de plástico.

No es menos vistoso un cañón de agua de gran tamaño que está generando permanentemente una nueve agua para que le polvo del derribo no afecte al os habitantes del barrio.

Las casas de los alrededores de la Residencia, que tradicionalmente solo veían el gran edificio, pueden contemplar ahora un gran espacio vacío, en el que estará en el futuro la comisaría lucense y un centro de investigación, según las previsiones que manejó en su día el gobierno central. Pero previamente aún queda por terminar el derribo y desescombrar el solar, lo cual dejará un importante hoyo en la zona hasta que se consoliden los futuros proyectos.

Por otra parte, el edificio del hospital materno infantil, que está catalogado, seguirá en pie y en ahí es donde ubicará la Xunta un centro médico y otros servicios sociosanitarios, como la refundición de las oficinas de empleo de la ciudad.

El barrio de A Residencia volverá a tener animación y vida comercial una vez que se construyan y se pongan en funcionamiento los nuevos edificios. En los últimos años la zona vivió una de las grandes depresiones comerciales tras la marcha del hospital, hasta el punto de que se cerraron una parte de los bajos y los precios se desplomaron.