José Carlos Tuñas Dugnol: «El atletismo prepara para la vida»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Tuñas vive en A Coruña, pero mantiene frescos los recuerdos de Lugo
Tuñas vive en A Coruña, pero mantiene frescos los recuerdos de Lugo ANGEL MANSO

Asegura que le agradó la idea de no depender de nadie para ganar o perder

28 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Que la infancia y la adolescencia son etapas que marcan la vida es algo que parece claro en el caso de José Carlos Tuñas Dugnol (Lugo, 1962). En esos años empezó a practicar el atletismo en su Lugo natal como corredor de pruebas de 5.000 y de 10.000 metros, en las que participó en campeonatos de Galicia y de España. Sigue vinculado con ese deporte, puesto que en A Coruña ejerce de entrenador —suman decenas las medallas logradas por atletas que prepara— y de directivo. Pero su relación no es solo profesional sino afectiva, lo que le permite hablar con emoción y con lucidez de sus primeros años como atleta, recordando a quienes se iniciaron con él o habían empezado un poco antes.

—¿Por qué se hace uno atleta?

—Antes era más fácil hacer deporte. En los colegios y en los institutos había deportes; hoy es prácticamente imposible. Antes el deporte estaba más arraigado y la implicación de los profesores de Educación Física era muy alta. Yo practicaba muchos deportes y se me daban bien; pero no me gustaba depender de gente, poder perder o ganar por otra u otras personas. Buscaba un deporte en el que solo dependiese de mí. En un deporte individual gano o pierdo yo, y por eso empecé en el atletismo. Me gustaba además su exigencia física, que en otros deportes, en aquellos años, hasta estaba casi mal vista. Era feliz corriendo. En Lugo teníamos un grupo de fondistas que además éramos amigos.

—¿Engancha el atletismo?

—Sí. Es un complemento ideal para todos los deportes. Te da nociones, como la técnica de correr, que son fundamentales, Si explicas los beneficios que ofrece el atletismo en otros deportes, el rendimiento mejora. Además algo destacado del atletismo es que te peleas contigo mismo, sea con un cronómetro o con una cinta métrica. El no poder apoyarte en otros compañeros te lleva a veces a situaciones de estrés: los éxitos son fabulosos, pero los fracasos son muy dolorosos. Todos los fines de semana hay partidos de fútbol, con alegrías y con tristezas que duran una semana. Un atleta, en cambio, se entrena para dos pruebas al año: si no estás bien cuando tienes que estar bien, todo el desarrollo de un año se tira por la borda; y si hay lesiones, ya ni te digo. Para un atleta, perderse la cita más importante del año es complicado; por eso el atletismo es complicado. Si lo das todo, no tienes nada que reprocharte: si yo corro en mis marcas, puede haber otros que corran más que yo.

—¿Merece la pena ser atleta?

—Sí, totalmente. No podría vivir sin el atletismo. El 90 % de mis amistades es gente del atletismo. El atletismo te prepara para la vida: en primer lugar, por cuestiones de salud: en segundo lugar, por la abundancia de especialidades, de modo que siempre vas a encontrar tu sitio en alguna; en tercer lugar, por el sacrificio y por el esfuerzo, que te preparan para las dificultades que siempre vas a encontrar en la vida.

—¿Qué es un entrenador, una persona que ofrece solo preparación o alguien más importante?

—Es algo más. No vale un entrenador para todo el mundo; hay una planificación para cada atleta. Hay que estar pendiente de la nutrición, del descanso, de la técnica de carrera, de la musculación... Para bajar una décima en una prueba de velocidad, por ejemplo, hay que tener paciencia. Es como un contrato entre dos partes; sobre todo, no hay que engañar al atleta: a uno que hace 10,80 en 100 metros no le puedes decir sin más que va a bajar a 10,40; ya llegarán los resultados. Un entrenador es a veces un segundo padre, porque el atleta le cuenta muchas cosas. El entrenador tiene que saber gestionar esas emociones y actuar casi como un guía del atleta

—¿Corre mentalmente un entrenador mientras ve correr a sus atletas?

—No es buen entrenador el que no ve lo que hace su atleta. Un entrenador ve cómo un atleta coloca los brazos, cómo lleva las caderas; sabe cúando un atleta va corriendo bien o no. Un entrenador se alegra de los éxitos de un corredor tanto o más que él, y en los fracasos siente como él: si el corredor está dolido, el entrenador también lo está.

«Lo que ha logrado Lugo en este deporte ha sido espectacular, no es ninguna broma»

Que una ciudad más bien pequeña haya dado atletas y clubes que competían en pie de igualdad y ganaban pruebas contra equipos de más medios es motivo de alegría: Tuñas Dugnol cree que Lugo ha escrito en el atletismo páginas de oro para la historia de la ciudad. Por otro lado, el hecho de vivir y de desarrollar su actividad deportiva en A Coruña no lo aleja del deseo de entrenar en Lugo: «¡Claro que me gustaría ser entrenador en Lugo! He hecho concentraciones en Lugo, y nos trataron de maravilla. He ido a Lugo y seguiré yendo», explica. La ciudad, dice, tiene mejores instalaciones para entrenar que otras.

—¿Por qué Lugo ha dado tan buenos atletas?

—En primer lugar, por la calidad de los atletas; en segundo, por la disciplina de los entrenadores. Con calidad y con espíritu de sacrificio es más fácil. Veías entrenarse a Carlos Pacios, a Isidoro Feijoo...: corrían con nieve o con calor de 40 grados. Antes había menos diversiones, deporte y poco más. Si querías viajar, el atletismo era casi una forma de ir a otros sitios. Con los medios de hoy, no sé adónde habría llegado aquella gente.

—¿Está de moda el atletismo?

—Creo que está más de moda el running. Hoy hay mucha gente que practica atletismo; antes lo practicaba menos gente, pero de alto nivel. Los que estamos en el mundo del atletismo tenemos que saber leer el mensaje de la sociedad: muchos niños del running pueden acabar en las pistas de atletismo. Creo que iniciativas como el Corre con nós [surgida en Lugo] han sido una gran idea; el atletismo en Lugo ha sido algo casi sagrado, como el Breogán. Creo que el atletismo se puede beneficiar de esa moda del running.