Hace 30 años, Lugo tenía ya material arqueológico para llenar un museo

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Un miliario colocado en San Roque recoge el paso de una vía romana por la zona
Un miliario colocado en San Roque recoge el paso de una vía romana por la zona OSCAR CELA

El centro de la romanización sigue pendiente tras años de anuncios y de polémicas

20 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No hace falta un gran recorrido por Lugo ciudad para percibir su huella romana. La Muralla de Lugo rodea un conjunto bien delimitado, goza de la consideración de Patrimonio de la Humanidad y forma parte de cualquier promoción turística. Pero ese elemento, con todo su prestigio, no es la única muestra de los tiempos de Lucus Augusti.

La operación Muralla Limpia, ejecutada a principios de los años setenta, supuso el derribo de casas adosadas a la construcción romana. Uno 80 edificios fueron demolidos en una iniciativa en la que tuvo un papel destacado Ramón Falcón, subdirector general de Bellas Artes. Esa dirección general, dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, impulsó la campaña.

Mediada la década siguiente, una operación que puso en marcha el Concello lucense con objetivos inicialmente diferentes —la construcción de sendos aparcamientos subterráneos en las plazas de la Constitución, de Santo Domingo y de Ferrol— acabó por ofrecer resultados valiosos sobre el legado artístico de origen romano.

El estudio de esa parte del patrimonio fue adquiriendo nuevos perfiles, e incluso el Concello de Lugo tenía, a comienzos de los noventa, una escuela taller con un módulo de arqueología. El investigador Enrique Alcorta, monitor de esa especialidad, subrayaba, hace ahora 30 años, que la ciudad tenía ya material suficiente para un museo arqueológico específico. Las excavaciones iniciadas unos años antes, debido precisamente a la construcción de los aparcamientos subterráneos, habían dado abundantes resultados, aunque las obras generaron también notable polémica y críticas al gobierno local, encabezado entonces por Vicente Quiroga.

La escuela taller inició la actividad arqueológica en 1989, y los alumnos trabajaron en Recatelo, en la rúa Nova y en la praza da Soidade, entre otros lugares. Su estancia en el centro les sirvió también para aprender a tratar y a catalogar el material hallado en las excavaciones. Alcorta consideraba que los alumnos ya estaban formados para participar en estudios arqueológicos en otros lugares..

Pasados 30 años, la huella romana de Lugo es más visible con iniciativas como la Domus de Mitreo, el centro arqueológico de San Roque o la Casa dos Mosaicos. Sin embargo, la creación de un museo de la romanización no ha pasado de sucesivos proyectos. A finales de la pasada década la Xunta convocó un concurso de ideas para ese fin, aunque el proyecto no llegó a avanzar, afectado por recortes que imponía la crisis económica.

El Concello planteó al Gobierno central, el año pasado, que se rehabilitase el cuartel de San Fernando para ese fin con fondos del programa 1,5 % Cultural, y hasta se creó en la ciudad una plataforma que reclamaba ese objetivo. El PP propuso que esas instalaciones tuviesen como sede el Museo Interactivo da Historia de Lugo (MIHL), construido en el parque de Frigsa. Entre sucesivas propuestas y polémicas, sin embargo, el museo sigue sin crearse..

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