La única sombrerería de Lugo y una de las últimas de Galicia: «Llevar boina está de moda»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

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Ofelia Souto muestra algunos de los productos que ofrecen en su tienda
Ofelia Souto muestra algunos de los productos que ofrecen en su tienda LAURA SAAVEDRA

Este negocio familiar, en manos ya de la tercera genneración, se fundó en 1924 y va a dar el salto a Internet

18 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Su abuelo llegó a Lugo desde Portugal y la fundó en 1924. Después pasó a manos de su madre y ahora, a las suyas. Explica Concepción Sarandeses que aunque es profesora de Bioquímica en la universidad, la vida la llevó a regentar, junto con Ofelia Souto, una de las últimas sombrererías de Galicia. Bajo el nombre de Sombreros da Costa Campos y en plena rúa Conde Pallares se esconde una tienda tradicional que puede presumir de tener una clientela fiel a la que le gusta cuidar.

«No tengo hijos, así que no sé en qué manos quedará», cuenta Concepción, que en tres años celebrará el siglo de vida de este negocio. «Mi abuelo conoció aquí a mi abuela, se casaron, y montó la única sombrerería de Lugo», añade. Ella la reformó hace 20 años, pero aún conserva intacta una esencia que hace que sean muchos los turistas que se paran a disfrutar del escaparate.

Escaparate de la sombrerería lucense ubicada en Conce Pallares
Escaparate de la sombrerería lucense ubicada en Conce Pallares LAURA SAAVEDRA

Los estilos en la sombrerería son muy variados. Mujer, hombre o niño, de boinas a viseras y pasando por paraguas, estas dos mujeres tienen claro que «las boinas vuelven a estar de moda». Explican también que «al cliente le cuesta dar el paso de cubrirse la cabeza, pero cuando lo da, lo usa todos los días».

En el establecimiento destacan las amplias cajas circulares que sirven ahora para guardar la colección invernal. La veraniega luce en el escaparate, que aún conserva el rótulo original de la tienda, que fue restaurado. Aquí entran desde abuelos que van a tiro fijo y compran una boina negra a padres con sus hijos que buscan viseras para protegerse del sol, uno de los complementos más vendidos.

Los precios de sombreros, boinas o viseras parten de los 15 euros, aunque todo varía en función del tejido: «El cashmere es uno de los más caros». El sombrero más caro cuesta 345 euros y es un Borsalino. Otro de los más destacables es de cashmere. En esta sombrerería darán pronto el salto a Internet, pero no como plataforma de venta: «Solo queremos visibilizar, nos gusta tratar con el cliente y lo seguiremos haciendo».

Concluyen Ofelia y Concepción haciendo balance de cómo han cambiado las costumbres en los últimos años: «Antes todo el mundo llevaba sombrero, ahora no».