Hace 45 años, el Gobierno quería que Lugo tuviese corredoiras pavimentadas

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El puente de Cruzul de la N-VI se construyó con el Plan de Accesos a Galicia; al fondo, el posterior viaducto, de la A-6, y abajo, la vieja carretera.
El puente de Cruzul de la N-VI se construyó con el Plan de Accesos a Galicia; al fondo, el posterior viaducto, de la A-6, y abajo, la vieja carretera. OSCAR CELA

El Plan de Accesos a Galicia incluía notables obras en la N-VI en la provincia

10 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«No hay que olvidar que aquí la población está diseminada y que la unidad vecinal no es el ayuntamiento ni la aldea sino el lugar». Son palabras de 1976, pronunciadas en Galicia por un político con responsabilidades de gobierno y con raíces gallegas. Las dijo en Lugo Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo, ministro de Obras Públicas y persona con raíces familiares en Ribadeo: en esa localidad vivió parte de su niñez y de su adolescencia, veraneó con asiduidad y está enterrado.

Retrocedamos de nuevo 45 años. «Una red arterial, en Galicia, no alcanza a tantas personas como en Cataluña, por ejemplo. Las corredoiras son importantes», manifestó Calvo-Sotelo a los periodistas en agosto de 1976. Tanta importancia tenían las corredoiras para el Gobierno central, presidido por Adolfo Suárez y formado un mes antes, que en 1980, según el ministro que llegaría a ser nombrado marqués de la ría de Ribadeo, deberían estar pavimentadas.

Si en el campo económico hay microeconomía y macroeconomía, en el apartado de las infraestructuras parece haber microobras y macroobras. La pavimentación de las corredoiras, aunque se tratase de una actuación amplia por el gran número de vías, podría entrar en el primer apartado. Sin embargo, también estaban en marcha importantes macroobras, pues en los setenta se ejecutaba el Plan de Accesos a Galicia.

Las obras estaban programadas o en ejecución en tramos de la N-VI situados a ambos lados de O Cebreiro: hace 45 años, había previstas mejoras de Astorga a A Coruña. Los nuevos trazados en los puertos del Manzanal y de Pedrafita do Cebreiro, la circunvalación de Lugo ciudad, el puente de Rábade y mejoras de Betanzos a Ferrol eran algunas de las actuaciones incluidas.

Esos trabajos formaban parte del denominado acceso norte. El acceso sur incluía trabajos entre Benavente y Vigo, ya terminados entonces tras haberse actuado en las carreteras N-525 y N-120. En cambio, más problemas presentaba el acceso centro, que se apartaría de la N-VI en Villamartín de la Abadía (León) y llegaría a Santiago tras pasar por A Rúa, A Pobra do Brollón, Monforte de Lemos y Lalín.

Otra obra que se comentaba pero que aún carecía de trazado concreto era la denominada T, que uniría el interior de Lugo con A Mariña, en donde la factoría de alúmina de San Cibrao y otros proyectos dibujaban un horizonte industrial. En 1976 no estaba claro si la carretera saldría de Lugo o de Rábade, aunque su ejecución como vía independiente no se llevó a cabo. También se esperaba que ese año reanudasen las gestiones las diputaciones de Lugo y de Oviedo sobre el proyecto de Puente de los Santos, en la ría de Ribadeo.

El viaducto tardó años en construirse, pero acabó inaugurándose en 1987. Los accesos a Galicia mejoraron en los setenta, y las autovías A-52, A-6 y A-8 acercaron la comunidad al resto de España años después. Los asfaltados de corredoiras siguen siendo una prioridad en el siglo XXI, especialmente cuando hay elecciones a la vista.

CON TU SUSCRIPCIÓN PUEDES ACCEDER A TODAS LAS NOTICIAS PUBLICADAS EN LA VOZ DE GALICIA, DESDE 1882 HASTA HOY, BUSCANDO POR PALABRA CLAVE