El día que Mario Camus dio una lección en Lugo sobre la vida y el cine

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Mario Camus ofreció en el campus de Lugo una conferencia sobre cine y literatura el 24 de julio de 1996
Mario Camus ofreció en el campus de Lugo una conferencia sobre cine y literatura el 24 de julio de 1996 ASPA

Hace 25 años el fallecido cineasta participó en un exitoso curso en el campus lucense

21 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Mario Camus, fallecido el sábado a los 86 años, ha sido una personalidad relevante en la historia del cine español. Pero para Lugo siempre será una figura importante por haber apostado por la ciudad y el Breogán para uno de sus proyectos, La vieja música (1985), película que puso a Lugo y al club en el primer plano mediático. Como otras obras personales de Camus no tuvo éxito de público ni de crítica, a pesar de la expectación que se creó ya que fue la siguiente película a la extraordinaria Los santos inocentes (1984), pero para Lugo tanto el filme como Camus han dejado una huella imborrable.

Además de aquel histórico rodaje, se recuerda el estreno del 30 de septiembre de 1985 en el Gran Teatro, que Manuel Curiel recogió en una crónica para La Voz: «En premiére para Galicia y a beneficio del equipo de baloncesto Breogán, se estrenó ayer en Lugo, con un abarrote total, la película de Mario Camus La vieja música. El filme estuvo presente en el Festival de San Sebastián, en la sección oficial, y se estrenó comercialmente en Madrid, en días pasados. A dicha premiére asistieron el director, así como Federico Luppi y Antonio Resines. En sesión matinal fue presentada a todos los medios informativos. Esta película, seleccionada para el Festival Internacional de Lille, fue rodada prácticamente en su totalidad en Lugo. Por ello ayer por la noche asistieron sus principales actores a la presentación, enmarcada dentro de las fiestas de San Froilán».

Hubo una tercera ocasión en que la presencia de Camus dejó recuerdos en la ciudad. Fue hace 25 años, el 24 de julio de 1996, en un curso de verano sobre cine y literatura celebrado en la antigua Facultade de Humanidades. En este curso ofrecieron conferencias algunos de los mejores profesores de cine y literatura de universidades en España, como el rector de la USC, Darío Villanueva; el catedrático Luis Ángel Hueso; o teóricos del cine como Juan Miguel Company y Genaro Talens.

Pero aquel curso, en el que se matricularon 145 alumnos, se cerró una tarde de verano con la presencia de Mario Camus. Habían pasado 11 años de su última estancia en Lugo y su recuerdo seguía presente. El salón de actos del viejo colegio universitario se llenó para escuchar a un maestro del cine en vida, además de quizás el mejor ejemplo en España de cómo trasladar una novela a la gran pantalla.

Con su habitual estilo sobrio, introvertido, casi tímido, pero lúcido, fue desgranando con ideas y conceptos lo que para él suponía afrontar la dura tarea de llevar hacia adelante una película, más incluso que la propia adaptación de una novela. Camus, cigarrillo en mano, fue presentado por el director del curso, el recordado profesor Luis Miguel Fernández. Comenzó su charla sentado pero luego prefirió levantarse y acercarse a los espectadores para explicar con más pasión sus ideas. Se notaba que no estaba cómodo hablando en público debido precisamente a ese carácter humilde y de discreción que tanto se ha destacado estos días tras conocerse su fallecimiento.

Página de La Voz publicada el 25 de julio de 1996
Página de La Voz publicada el 25 de julio de 1996

Pero aunque su relato no era tan brillante como el de los citados catedráticos, su exposición estuvo llena de apuntes sobre el cine y la vida, dos aspectos para él estrechamente relacionados. Perteneció a una generación de cineastas que entre los 70 y 80 desarrollaron una carrera personal bajo el amparo de la entonces poderosa e influyente RTVE. Pero el Camus de 1996 estaba «quemado» con la llegada de los canales privados: «En el mundo del cine todo se mide en términos de eficacia y rentabilidad, las adaptaciones literarias las elige el público y los programas de televisión, que en definitiva son los que deciden lo que hay que hacer».

Camus, quien afirmó que Lugo había cambiado mucho con respecto a 1985, rememoró su paso por la ciudad, destacando lo bien que le habían tratado los lucenses y el cariño con el que fue recibida la película en su estreno en el Gran Teatro, edificio para el que tuvo un recuerdo y lamentó su derribo, tres meses antes de su llegada a la ciudad.