Un intermitente, made in Lugo, para mejorar la seguridad de los ciclistas

Lucía Blanco LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Álvaro y José Luis diseñaron un señalizador para bicicletas, patinetes y triciclos.
Álvaro y José Luis diseñaron un señalizador para bicicletas, patinetes y triciclos. Carlos Castro

El señalizador sostenible, diseñado por dos alumnos del Colegio Diocesano San Lorenzo, se activa sin sacar las manos del manillar

19 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un guante y un cinturón, esos son los dos elementos básicos del intermitente diseñado por Álvaro Lameiro y José Luis Castro, dos alumnos de cuarto de ESO del Colegio Diocesano San Lorenzo. El proyecto, con el que pretenden mejorar la seguridad de usuarios de bicicletas o patinetes eléctricos, recibió el premio al mejor método científico en la feria Galiciencia.

Estos dos estudiantes, amantes del mundo de la electrónica, se dieron cuenta de la carencia en cuanto a seguridad vial al usar «vehículos básicos para desplazarnos». De este problema, surgió la idea del accesorio, en el que también influyó la experiencia de Miguel Leiva, profesor de Matemáticas y Tecnología del centro, que empleaba la bicicleta de forma diaria para acudir a su puesto de trabajo. 

Los inicios del proyecto fueron algo complejos, ya que ni José Luis ni Álvaro tenían muchos conocimientos sobre electrónica y la materia de Tecnología tampoco estaba en su plan de estudios para el curso. Sin embargo, tras recibir unas clases sobre nociones básicas de la mano de su tutor y tras muchas investigaciones, pudieron familiarizarse «con los elementos electrónicos y su funcionamiento», cuentan.

Cinco meses de trabajo

La ejecución del prototipo en papel para asegurar las conexiones eléctricas y su paso al ordenador fueron los siguientes pasos del proceso, que exigió un sobreesfuerzo por parte de los alumnos porque «se elaboraba en el centro, pero se hacía siempre fuera de las horas de clase», cuenta Miguel Leiva.

Durante casi cinco meses, José Luis y Álvaro estuvieron trabajando tanto en el diseño como en la construcción del intermitente, para la que emplearon elementos básicos de la electrónica, como condensadores para almacenar la energía o interruptores, y en el que también aplicaron conocimientos sobre matemáticas. Al ver que su proyecto iba progresando, «nos motivábamos más y teníamos más ganas de ir mejorando», destacan los estudiantes.

El resultado es un señalizador, bautizado como «Gripped Handlebars», formado por un guante con tres puntos de contacto eléctrico y un cinturón, donde se ubica circuito de control. Este elemento es clave ya que puede sujetarse a la cintura, en el torso o en el casco y se activa sin sacar las manos del manillar, de tal forma que se incrementa la seguridad de los conductores, el principal objetivo de trabajo. La pieza, que funciona a base de pilas recargables, también presenta un carácter sostenible, ya que potencia el desplazamiento en pequeños vehículos, que permiten ahorrar combustible y favorecen la salud de los usuarios.

El reconocimiento al mejor mejor método científico y al proceso de investigación mejor definido en la mayor feria científica para escolares de la comunidad supuso «una recompensa para todo el esfuerzo que se hace desde el centro», cuenta Miguel. Para los estudiantes, fue toda una sorpresa, ya que decidieron formar parte del certamen para «vivir una nueva experiencia y ver si podíamos participar el año que viene», explica Álvaro. Sin embargo, sobre su participación en Galiciencia, que los llevó a presentar su creación en el Parque Tecnológico de Galicia, destacan el aprendizaje. «Veníamos con ganas de aprender, ya que no teníamos ninguna base y al final, a partir de muchos errores, asimilamos cosas básicas», cuentan. 

Acercar la ciencia al aula

El señalizador se incorpora a una numerosa cantidad de proyectos innovadores realizados en el Colegio Diocesano San Lorenzo. Entre ellos destacan radios, altavoces a partir de vasos de plástico o un lavamanos portátil orientado a personas con movilidad reducida, con el que obtuvieron el segundo premio en la pasada edición de Galiciencia. Unas iniciativas que ayudan a que los alumnos «se animen a hacer ciencia de verdad, no solo de libro y que sean protagonistas de lo que hacen», destaca Leiva.