Lugo abre las puertas y apaga el aire acondicionado para ahorrar

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Los comercio del centro abrieron las puertas
Los comercio del centro abrieron las puertas AINHOA GARCIA

Comercios y edificios públicos de la ciudad prefieren ventilar con la temperatura ambiente

10 ago 2022 . Actualizado a las 20:49 h.

La entrada en vigor del plan de ahorro energético que marcó el Gobierno —en el que se estipulan temperaturas de 27 grados en verano y 19 en invierno en el interior de oficinas y comercios— por el momento se cumple en Lugo ya que la gran mayoría de los establecimientos y edificios públicos han decidido apagar la climatización y abrir las puertas y ventanas o simplemente tener las puertas abiertas porque carecen de aire acondicionado. Solo los bancos y algunas grandes cadenas de moda tuvieron ayer las puertas cerradas y dentro la climatización a 27 grados.

«Non hai mellor aire acondicionado que ter as portas abertas», explica la dueña de Lencería Lilas, en Rúa Nova. En esta calle, como en la mayoría del centro y de los barrios lucenses, los comercios carecen de climatización, con lo cual no se preocupan de cumplir el decreto porque ya no consumen energía.

Isabel, de Messalina: «Aplicamos el sentido común»

Isabel, de Tessalina, en Doutor Castro
Isabel, de Tessalina, en Doutor Castro AINHOA GARCIA

Pero algunos locales, que sí cuentan con aire acondicionado, ya hace años que dejaron de utilizarlo: «Aplicamos el sentido común y estas casas de piedra son más frescas y conservan la temperatura», explica Isabel, de la zapatería Messalina, en Doutor Castro. Otra cuestión es el apagado de las luces a partir de las diez de la noche, ya que considera que puede dar una imagen pobre de la ciudad y quitarle ambiente en determinados meses del año.

Alba, de Cabellos: «Como el local es de piedra ya mantiene la temperatura»

Alba, de Cabello, en Bispo Aguirre
Alba, de Cabello, en Bispo Aguirre AINHOA GARCIA

Lo mismo comenta Alba, de Cabellos, en Bispo Aguirre, que señala que el edificio, al ser de piedra, mantiene la temperatura mientras abre las puertas para que entre el aire. En cambio, otro local que tienen en la avenida da Coruña, que ya no es de piedra, las trabajadoras tienen que estar con la temperatura por encima de los 27 grados.

Ana, de Moana: «Menos mal que estamos exentos, porque trabajamos con 30 grados»

Ana, de la peluquería Moana, en Bispo Aguirre
Ana, de la peluquería Moana, en Bispo Aguirre AINHOA GARCIA

«El calor lo llevamos mal, pero podemos librar por el momento», explica Ana, la dueña de la peluquería Moana, en Bispo Aguirre, quien ayer que superaban los 30 grados dentro del local al estar todos los aparatos en funcionamiento. También en la hostelería respiran aliviados por las restricciones que echaron a andar porque el personal, especialmente el de cocina, no podría trabajar a 27 o más grados.

María José, de Raúl Freire: «Si tengo calor me pongo un ventilador»

 

María José, de la tienda Raúl Freire, en Conde Pallares
María José, de la tienda Raúl Freire, en Conde Pallares AINHOA GARCIA

«Desde que abrimos, siempre que pudimos, tenemos la puerta abierta, y más desde que llegó el covid, así que si tengo calor me pongo el ventilador un poco en el mostrador para que me refresque», señala María José Gómez, de la tienda gourmet Raúl Freire, en Conde Pallares.

Otra cuestión será cómo se aplique la norma de ahorro energético en el invierno, ya que Lugo sí se ve más afectada por el frío que otras partes de España. Los comercios consultados no ven problema porque también carecen de calefacción: «Entre que o local é de pedra e a xente xa entra abrigada, nunca tivemos problema», explica Sandra, de la zapatería América, en Conde Pallares.

Un buen ejemplo de cómo se comportaron ayer los locales lucenses se pudo ver en la Rúa da Raíña, donde las tiendas de importantes marcas (Tous, Bimba y Lola, Springfield) tenían las puertas abiertas. Alguna, como Stradivarius, ofrecía en la entrada una ventilación pero ya en el interior la temperatura era de 27 grados.

«Vamos a aplicar o sentido común, que é o que xa estabamos a facer», comentan tres taxistas en la parada de la estación de buses. Indican que hay clientes que les piden más o menos temperatura, pero que ellos, como profesionales, son los primeros interesados en el ahorro energético, aunque recuerdan: «¿Cómo se pode estipular se teño o coche a 25 ou a 23 graos, como se calibra iso?». 

Un pasillo del edificio administrativo del Concello con las ventanas abiertas
Un pasillo del edificio administrativo del Concello con las ventanas abiertas SUSO VARELA

Los edificios públicos abrieron las puertas y ventas y apagaron el aire

Donde sí se aplica el decreto del Gobierno es en las oficinas de los edificios públicos de la ciudad ya que o bien se ha decidido apagar el aire y tirar de las corrientes de ventanas y puertas, o si se activa, las temperatura de 27 grados se cumple, como es el caso del edificio administrativo de la Xunta.

Tanto en la Casa Consistorial, como en el edificio municipal del Seminario como en la sede de la Diputación en San Marcos, no está activada la climatización y los empleados sobrellevan el trabajo —más sedentario que en locales empresariales— con ventanas abiertas y ventiladores. La estación de autobuses carece de ventilación y ayer, con las puertas abiertas, la temperatura era algo superior a los 26 grados.

La entrada del edificio administrativo del Concello con las puertas abiertas
La entrada del edificio administrativo del Concello con las puertas abiertas SUSO VARELA

Otros edificios públicos ofrecían ayer al mediodía una temperatura inferior a los 27 grados pero forman parte de los espacios que tienen permiso para estar entorno a los 25 grados en el verano. Por ejemplo, en la Praza de Abastos ayer se registraban 25 grados, con las puertas abiertas. En el centro de salud de la Praza do Ferrol, la temperatura en la primera planta, con consultas de medicina de familia, era se registraban los 25 grados. En el Museo Provincial o en O Vello Cárcere también se alcanzaba esa cifra. Y en un edificio religioso, como la iglesia de San Pedro, la temperatura ayer por la mañana era más fresca, de 24 grados, gracias a la piedra.