Antonia Iglesias, joyera de Lugo y escritora: «A los 16 años eres Bécquer, a los 20 Machado y luego la vida cambia y tu forma de expresarte, también»
LUGO CIUDAD
La lucense, joyera durante 40 años, presenta este jueves un libro de relatos titulado «La hacedora de joyas»
08 dic 2022 . Actualizado a las 14:06 h.Antonia Iglesias fue durante 40 años la cara visible de la joyería Honorino Freire, ha estado vinculada a Lugo Monumental desde su fundación y es vicepresidenta del Emevé. Pero en su agenda siempre ha tenido un rato para escribir y ahora ha decidido dar un paso más y ha publicado su primer libro. «La hacedora de joyas», editado por DesdeLugo, se presenta este jueves a las 20.30 horas en el edificio administrativo de la Xunta.
-¿Qué la ha llevado a escribir esta obra?
-Yo escribo desde siempre, pero no es lo mismo escribir a los 16 años, a los 20 o los 40. A los 16 tienes una percepción mucho más romántica de la vida, eres Gustavo Adolfo Bécquer; cuando tienes 20 eres Machado, y luego ya tienes una percepción diferente por el bagaje que vas acumulando, por lo que la forma de ver la vida cambia y la forma de expresarte, también. Yo escribo desde siempre, pero lo que escribo ahora es muy diferente. Ahora he decidido publicar esto porque es lo de ahora.
-¿Qué va a encontrar la gente en «La hacedora de joyas»?
-Son los relatos de una niña llamada Maruxa que vive en varios puntos diferentes por la profesión de su padre. Empieza a vivir en la villa, luego en el pueblo y luego ya va a una ciudad. Trata sobre cómo percibe ella la realidad que la rodea de las personas cercanas y de las que conoce fuera. Está ambientado en los años 50.
-¿Qué hay de Toñi en Maruxa?
-Hay un poquito, sí. Hay de Toñi, de gente que está a su lado, de gente que conoció en sus diversos recorridos. Es un conglomerado de historias, unas vividas y otras inventadas. Normalmente no inventas, sino que ves una situación y sobre ella desarrollas.
-¿En dónde ha ambientado su libro?
-En Galicia, pero luego esta niña viaja fuera e incluso cambia la denominación de su nombre porque las niñas de otros sitios no saben pronunciarlo. Entonces ella dice que quiere llamarse María.
-¿Por qué este título?
-Las historias son joyas. Yo tuve una joyería más de 40 años y hago joyas, pero no en el taller. Cuando se trata de joyas, puede ser una sortija o unos pendientes, pero también una historia. Dentro de una historia hay montañas de joyas pequeñitas como pueden ser la amistad, los amigos, el amor...
-Habla de emocionarse con la lectura. ¿Hay algún escritor que la emocione a usted?
-Yo soy muy poco mitómana. Tengo mucha gente que me encanta. Serrat es un poeta maravilloso, formó parte de mi juventud. Pero aunque es un tipo maravilloso, soy muy poco mitómana. Escribiendo me encantaban Delibes, o Isabel Allende hasta «Paula», puesto que después ya no me emocionaba tanto. Delibes nunca me ha decepcionado.
-¿Qué pretende conseguir con «La hacedora de joyas»?
-Simplemente compartir mis vivencias. Todos los que tenemos una edad similar tenemos unas vivencia comunes, y yo quiero que si a alguien le despierta un recuerdo bonito, el pensar en personas que no ha pensado muchos años,... Cuando pasan los años, hay cosas de la infancia que vas dejando ahí, y de repente hay algo que te lo recuerda. Si consigo que alguien recuerde algo agradable de su vida, para mí es suficiente. No tengo pretensión ninguna.
