Ningún hostelero quiere gestionar la cafetería del parque Rosalía, en Lugo, que saldrá de nuevo a concurso
LUGO CIUDAD
La actual gestora se comprometió a mantenerla abierta hasta el 15 de enero para que el Concello tenga tiempo a buscar un nuevo empresario
03 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.A finales del mes de septiembre, el Concello de Lugo sacaba a licitación la gestión de la cafetería del Parque de Rosalía de Castro. A la vista de su ubicación privilegiada, su volumen de clientes y que se mantenía el canon a pagar (1.500 euros al mes), el Ayuntamiento preveía que varios empresarios pujarían por coger las riendas del céntrico negocio. Sin embargo, como ya le sucedió en O Vello Cárcere, nadie ha presentado ofertas y el gobierno local ha tenido que repensar las bases de la licitación.
Nada más tener constancia de que el concurso había quedado desierto, la edila de Gobernanza, Paula Alvarellos, decidió consultar lo sucedido con la hostelera que actualmente tiene el negocio, y que se va a jubilar, para intentar entender cuál podía ser el problema. Esta le explicó que, a su parecer, el mayor escollo de los pliegos podía estar en las cuestiones horarias.
Actualmente, la cafetería del Parque de Rosalía abre de lunes a domingo todos los días del año, salvo el 24 y el 25 de diciembre y el 1 de enero. Su horario mínimo, según recoge el contrato y se mantenía en el nuevo pliego, es de 7 de la mañana a 12 de la noche, lo que implica disponer de una media de ocho empleados para poder cubrir todos los turnos. Esta amplitud horaria supone un engorro para los hosteleros, y más en un momento en el que encontrar camareros en el mercado laboral es toda una odisea.
A la vista de esta situación, el Concello ha decidido redactar un nuevo pliego que dará mayor libertad horaria al empresario que gestione la cafetería. El horario mínimo de funcionamiento será de 9 de la mañana a 10 de la noche y podrá cerrar un día a la semana, algo que es realmente novedoso para ese establecimiento. Las estimaciones apuntan a que con seis trabajadores el negocio podrá funcionar.
El otro gran cambio que se introducirá en el pliego se refiere al tiempo mínimo de la concesión. En las primeras condiciones el Concello establecía un contrato mínimo por cinco años prorrogables anualmente hasta los diez, mientras que ahora será de dos años prorrogables anualmente hasta la decena.
Una cuestión que también puede interesar a los empresarios que opten a gestionar la cafetería es que el que tome el relevo del negocio no tendrá que subrogar al actual personal, puesto que todos ellos se recolocarán en otro establecimiento que tiene la actual gestora del local.
La ubicación de la cafetería, entre colegios, al lado del juzgado y en el recinto del parque, son sus grandes señas.
Abierta hasta el 15 de enero
El Concello quiere resolver el nuevo entuerto cuanto antes y la intención de Alvarellos es que en la junta de gobierno local en la que se decrete desierto el concurso, se aprueben ya los nuevos pliegos. Esto permitiría agilizar la tramitación y, las estimaciones de Gobernanza pasan por poder sacar adelante en mes y medio el nuevo proceso. Un tiempo en el que la cafetería continuará abierta, gracias a la buena disposición que tiene la actual gestora.
La hostelera se comprometió con el Concello a que mantendrá operativa la popular cafetería hasta el 15 de enero. Para entonces, el Ayuntamiento espera tenerle relevo.
El bar panorámico de O Vello Cárcere, pendiente de una empresa que se mostró interesada
Hasta en cinco ocasiones ha quedado desierto el concurso para gestionar la cafetería panorámica del centro cultural O Vello Cárcere. La última, el pasado verano, y tras introducir varias mejoras en las cláusulas del contrato. El caso es que el establecimiento sigue vacío y ahora mismo el Concello está pendiente del interés de un hostelero.
Explican desde el Ayuntamiento que en el último concurso hubo una persona interesa que mostró un interés real por gestionar el bar. Visitó las instalaciones y en estos momentos «está estudando presentar algunha proposta», indican fuentes municipales.
El último pliego marcaba un alquiler mínimo de 100 euros al mes y un contrato para diez años, prorrogable, anualmente, hasta otros cinco. A cambio, el hostelero debía encargarse de la instalación de todo el mobiliario y el equipamiento y ejecutar la salida de humos y la instalación completa de gas. El hecho de que la concesión superase la década, venía a compensar, de alguna manera, la inversión inicial que el empresario debía hacer.
