Las licencias concedidas hace años aún pueden valer, pero no hay perspectivas de cambios inmediatos
21 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La marea alta que tuvo la construcción en Vilalba en la pasada década dejó paso a una larga resaca, aunque el oleaje puede volver a subir. Más allá de flujos y reflujos, sin embargo, en la situación actual del urbanismo influye sobre todo la legislación, que condiciona el presente y el futuro inmediato.
El bum de hace años generó una avalancha de solicitudes con resultados diferentes, pues hubo promociones cuyas obras no llegaron a empezarse al coincidir con la llegada de la crisis. La legislación establece, desde la solicitud de la licencia, un plazo de seis meses para comenzarlas y uno de tres para acabarlas, con posibilidad de pedir una prórroga si no se han concluido al cabo de ese tiempo.
¿Están, pues caducadas, licencias que se solicitaron cuando la construcción vivía días felices y Vilalba se sumaba a la fiesta? Aunque se pueda suponer que sí, la tramitación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) juega a favor de su permanencia en vigor. El citado plan, que empezó a tramitarse ya en la pasada década, no está listo todavía, con lo que no se aplican cambios -disminución de volúmenes, por ejemplo- que podrían afectar a licencias concedidas e impedir el desarrollo de promociones tal como fueron proyectadas en su momento. La conclusión del PXOM sí podría anular esas licencias, aunque para ello también sería un requisito indispensable la notificación a los interesados, que podrían presentar alegaciones.
Por otro lado, lo que sí se ha dado es alguna petición de empresas para la devolución de lo abonado por la tramitación de licencias. Las empresas deben pagar en esos casos, en concepto de impuesto de construcción, una cantidad equivalente al dos por ciento del total del presupuesto de ejecución material. Las solicitudes tramitadas corresponden a cuantías de varias decenas de miles de euros.
Menos ingresos
Mientras tanto, la situación desde el punto de vista de los ingresos lleva años de niveles muy bajos. Los tiempos en los que las previsiones municipales recogían varios centenares de miles de euros como ingresos anuales son un pasado que parece remoto pese a que apenas pasaron diez años. Ni hay ingresos con los niveles de entonces ni tampoco se registran solicitudes de nuevas construcciones; se ha visto algún trabajo para acabar edificios pendientes, y un ejemplo de cómo está la situación llegó en un pleno de hace tres años: el PSOE solicitó, en mayo del 2014, la retirada de una grúa en la avenida da Terra Chá por considerar que amenazaba la integridad física de vecinos y de transeúntes.