Las campanas de la iglesia de Vilalba ya se pueden tocar con el móvil

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

VILALBA

ALBERTO LÓPEZ

Un sistema informático permite programar los toques para llamar a misa o anunciar fallecimientos

22 ene 2020 . Actualizado a las 21:46 h.

Ya no hace falta subir al campanario de la iglesia parroquial de Vilalba para que suenen las campanas. No se ha colocado, como se hizo en otros templos hace décadas, una cuerda que llega de la torre al suelo para que la toque alguien. Sí hay, por el contrario, una total adaptación a los nuevos tiempos: las campanas podrán tocarse usando el teléfono móvil; y si se quiere dejarlo todo programado, se pueden planificar los toques con un sistema informático cuya instalación se ultimaba ayer al mediodía.

El sistema, colocado en una sacristía, va conectado con dos de las tres campanas del templo por un cable. En cada una de ellas funciona un electromazo, un badajo con funcionamiento eléctrico, para que suenen. Anunciar que se acerca la hora de la misa o informar de la muerte de alguien, con el toque de difuntos, será posible con este sistema.

El programador incluye también el funcionamiento del reloj situado en una de las torres de la iglesia. Está previsto que suene de nueve de la mañana a nueve de la noche dando las horas y las medias, aunque podría prepararse para que funcionase las 24 horas y sonase también en los cuartos.

El uso del teléfono móvil permite que se active un toque que no se haya programado: por ejemplo, puede usarse para que suenen las campanas cuando se registra una defunción y el sacerdote encargado está fuera de Vilalba. Desde el móvil se marca un número, que va asociado a una tarjeta incorporada al sistema informático y que permite incorporar un nuevo toque.

De la instalación se ocupaba ayer personal de la empresa coruñesa Elemar. Uno de los integrantes del equipo, Miguel Meléndrez, explicó que algunos sistemas llevan una bocina que permite reproducir diversas melodías. En este caso, el mecanismo va conectado directamente con las campanas del templo e incluye la reproducción del sonido causado al tocar el badajo. Por otro lado, la duración de los diferentes toques de campana se puede programar.

Por su parte, el sacerdote Juan Pablo Alonso, miembro de la unidad pastoral que atiende la parroquia de Santa María y otras del municipio, explicó ayer que el nuevo sistema era una casi inevitable adaptación a los tiempos y que así se recuperaba el funcionamiento del reloj, ahora parado.

ALBERTO LÓPEZ

 4.000 euros

Las novedades suponen, como detalló el cura, un desembolso de 4.000 euros, que la parroquia de Santa María afronta con fondos propios. Miguel Meléndrez reconoció que este sistema era ya habitual en bastantes parroquias. El problema puede darse si en algún momento hay una avería en la corriente eléctrica, «pero hoy -dijo- es raro que falte».

Un toque excluido y avisos para los peregrinos

En la iglesia de Vilalba hay tres campanas. La mayor y la mediana han quedado integradas en el nuevo sistema, del que se ha excluido la más pequeña, que ya no se usa, como precisó Juan Pablo Alonso. Por otra parte, el sacerdote consideró que el nuevo sistema incluso podría ser útil para peregrinos del Camino Norte que pasan por Vilalba y quieren oír misa, al tener un sonido que les anuncia la próxima celebración de un oficio litúrgico.

Un modelo comprado en A Coruña en 1893

La construcción de la iglesia parroquial de Vilalba fue recordada en este diario por Xosé Antón Pombo en el 2018, al cumplirse 125 años de su inauguración. La colocación de un nuevo reloj fue acordada al comprobarse que el entonces existente estaba en malas condicione. El relojero Santiago Mato fue comisionado para estudiar en A Coruña cuál sería el mejor sistema, y la nueva maquinaria fue instalado en agosto de 1893.