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Piratas somalíes liberan sin cobrar rescate el barco que capturaron el martes

La Voz MOGADISCIO / EFE

SOMOS MAR

Presuntos piratas somalíes en una imagen de archivo del 2010
Presuntos piratas somalíes en una imagen de archivo del 2010 EFE

Los secuestradores pidieron poco después de apresar el barco «una cantidad no revelada» de dinero

18 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los piratas somalíes que secuestraron el martes un petrolero con bandera de Sri Lanka liberaron el jueves por la noche el barco sin haber cobrado rescate, informaron ayer las autoridades locales.

Los captores dejaron libre el navío sin haber recibido ninguna recompensa gracias a las negociaciones entabladas por autoridades de la zona, que intervinieron en la crisis después de un enfrentamiento a disparos entre las fuerzas del orden de la región somalí de Puntland y los piratas.

El tiroteo tuvo lugar en el distrito de Alula (Puntland), donde los captores tenían retenido al barco, e hirió a tres soldados y a uno de los secuestradores.

Según la fuerza naval de la Unión Europea (UE) desplegada en la zona para combatir la piratería, los secuestradores pidieron poco después de apresar el barco «una cantidad no revelada» de dinero como recompensa para liberar el navío.

La operación Atalanta (que fue puesta en marcha en el 2008 bajo la política de defensa y seguridad común de la Unión Europea) ha logrado reducir sensiblemente la toma de navíos en la zona en los últimos años. En sus más de ocho años de vida, los marinos europeos que participan en la Atalanta han detenido y llevado ante los tribunales a más de 150 piratas, además de abortar numerosos secuestros y reducir significativamente los asaltos a barcos en la región.

España tiene el mando

España asumió el pasado mes de febrero el mando de la operación Atalanta, cuya dirección rota cada cuatro meses entre las naciones que aportan fuerzas.

La piratería alcanzó su pico más alto en la zona entre los años 2010 y 2012, cuando numerosos barcos extranjeros fueron apresados con sus tripulantes por piratas, que en ocasiones obtuvieron cuantiosas recompensas a cambio de su liberación.

Pescadores de la región denuncian la intimidación de barcos pesqueros extranjeros armados, un abuso al que algunos responden uniéndose a los piratas.

Los pescadores reclaman que la vigilancia contra los piratas se extienda también a los pesqueros extranjeros que les acosan.