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Empresarios de Vigo recurrirán a la Justicia por los atascos de la aduana

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

M.MORALEJO

López Veiga advierte de que la denuncia puede conllevar responsabilidad patrimonial

01 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El cuello de botella que se produce en la tramitación de mercancía en el puesto de inspección fronteriza (PIF) del puerto de Vigo está colmando la paciencia de los empresarios, sobre todo del sector del congelado. De hecho, según ha confirmado el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, algunos ya han anunciado su intención de interponer un contencioso. «Y me parece muy bien, porque en una democracia presentar un recurso es un derecho del ciudadano. No hay que ponerse de rodillas ante las Administraciones», apostilló.

Advierte de que las denuncias pueden tener consecuencias, incluidas «de reclamación patrimonial, que luego pagamos entre todos los españoles», afirmó. No ocultó su enfado cuando dijo que el hecho de que se sigan rechazando mercancías en la aduana «cae sobre la cabeza de los responsables. Porque esto que pasa en Vigo no es culpa de la Autoridad Portuaria ni de las empresas. Los que hacen esto quieren ser más papistas que el papa».

La aduana viguesa tarda una media de 48 horas en despachar los contenedores frente a las menos de 24 de la portuguesa de Leixões, terminal a la que cada vez se están desviando más cargamentos de pescado congelado para garantizar no solo la entrega en plazo de la mercancía, especialmente a las grandes cadenas de distribución, sino también que no va a ser bloqueada durante días e incluso devuelta con un argumento tan «cuestionable» como que la tinta de los papeles no es indeleble. «Esto no tiene ningún sentido. Si el documento está correcto y es perfectamente legible, el hecho de que más adelante se pueda borrar tiene una solución fácil, porque vivimos en la era de la Administración electrónica, donde todo se digitaliza», sostiene López Veiga, que añade que Leixões no aplica este criterio. «Es una cuestión de sentido común», dice.

La sangría en los tráficos de pesca congelada se ha cronificado. Especialmente grave ha sido la desaparición de importaciones procedentes de China. «Es un caso dramático. Se han ido todos a Leixões porque no quieren tener problemas», reconoce López Veiga. Los exportadores del país asiático impusieron la pasada primavera las descargas en Portugal para eludir el celo del PIF vigués. El detonante fue el bloqueo de 20 contenedores argumentando un problema documental. En el 2016 entraron en el puerto de Vigo 8.276 toneladas de pesca congelada procedentes de China.

Pronósticos que se cumplen

La terminal viguesa puede perder unas 100.000 toneladas de pescado al año si no se soluciona el atasco del PIF. Es la conclusión de un informe encargado a una consultora externa y publicado a finales de mayo. La base del estudio fueron 32 encuestas realizadas en otras tantas empresas. En un 27 % de los casos la respuesta fue que dejarían de operar en Guixar (es el muelle de contenedores), en tanto otro 18 % dijo que reduciría su actividad. A la luz de las cifras, los pronósticos se están cumpliendo.