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Dos barcos que evalúan la cigala en Galicia pescan 1,6 toneladas en 20 días

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

La prospección refuerza la impresión del arrastre de que la especie se recupera

24 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En las últimas exploraciones científicas que se realizaron en el caladero del Cantábrico para evaluar la población de cigala, los biólogos lanzaron la voz de alarma preocupados porque la especie parecía estar en vías de extinción. En los 48 lances que desde el buque oceanográfico Emma Bardán se hicieron en el 2006, la red de arrastre solo atrapó dos ejemplares. Al año siguiente, en idénticos intentos, capturó uno.

Diez años después, en diciembre pasado, la UE acordó fijar un TAC (total admisible de capturas) cero para la cigala y prohibió su captura en todo el Cantábrico. Pero para entonces, los profesionales ya habían observado signos evidentes de recuperación y el cierre de la pesquería sacudió la economía de las bakas del día al privarlas de un recurso complementario de alto valor económico.

Fue entonces cuando el sector movió hilos para conseguir una prospección en el caladero, para evitar que la situación de la pesquería se midiese exclusivamente por el volumen de descargas y lograr que se tuviesen en cuenta otros parámetros. Arrancó así la campaña Caracas (Campaña de Abundancia de Cigala) en la unidad funcional 25, que justo cae al norte de Galicia, y que todavía está en marcha. Lo estará hasta el 30 de septiembre, pero los datos, según apuntan desde la Organización de Productores Pescagalicia, son alentadores. Las cosas han cambiando bastante desde hace diez años. Y tanto. La prospección arrancó el 11 de agosto y en los lances que realizaron hasta el día 7 de este mes los dos buques de arrastre que participan en la Caracas, han extraído más de 1.600 kilos. Es decir, que en escasos 20 días de mareas las capturas entre ambos superan la tonelada y media. Eso «evidencia el flagrante error cometido con el cierre de esta pesquería, que tiene unos rendimientos que nada tienen que ver con los datos de desembarque que son puramente comerciales y no biológicos», señalan desde la Fundación Rendimento Máximo Sostible e Social (Fremss), en las alegaciones que han remitido a la propuesta de TAC y cuotas de la Comisión para el 2018.

En esas apostillas, la fundación, así como los arrastreros coruñeses, piden que se fije un TAC de cigala en el Cantábrico de 77 toneladas, en línea con los desembarcos que los biólogos que asesoran a la Comisión estimaron en el año 2016. Y con la constatación de los profesionales, que han comprobado que en los dos últimos años la captura por unidad de esfuerzo (CPUE) ha aumentado en esa unidad funcional 25.

Pesca accidental

El colectivo cree que mantener un volumen de capturas similar a los últimos ejercicios y poder cubrir así la pesca accidental parece sostenible, de ahí que señalen que esas 77 toneladas que piden para la zona VIIIc (Cantábrico Noroeste) son asumibles.

Merluza ibérica

El arrastre también pone pegas al TAC que sugieren para la merluza del sur. Bruselas plantea 8.561 toneladas, una cantidad 512 toneladas mayor que la que proponían los científicos para este ejercicio. Si entonces se acordó un TAC de 10.5020 toneladas y la biomasa ha crecido, los profesionales creen que no es necesario un recorte drástico y plantean seguir las cifras del plan de recuperación de la merluza, con 12.098 toneladas, que no obstaculizaría que la biomasa subiese y que permitiría que esta siguiese creciendo un 33 %.

El arrastre aduce razones socioeconómicas para pedir un TAC específico de xarda

Más de 600 embarcaciones pescando xarda en el Cantábrico y España solo dispone del 3,7 % del TAC de todo el Atlántico Nordeste. Para Fremss eso tiene un nombre: agravio comparativo con el resto de los países de la UE. De la Unión y de fuera de ella, porque ese cupo también se reparte con terceros, como Noruega o Islandia. Y lo que ocurre con la xarda no es diferente de lo que sucede con el lirio, solo que la proporción es algo mayor: España atesora el 4,2 % de la bacaladilla.

Si la cuota llegase para todos, no habría problema, pero resulta que, como exponen desde Fremss, la escasez de cupo de caballa provoca cuantiosas bajas en el censo de la flota. Y a un ritmo mayor que en el resto de la UE. Según sus datos, entre 1986 y el 2014, en Europa se han perdido 125.000 puestos de trabajo en la pesca, un 47 % del total; en España, las bajas sumaron 73.000, el 66 %. Lo que plantea la flota gallega es considerar al Cantábrico y las aguas ibéricas como una unidad de gestión, con un TAC específico para la parte sur del Atlántico Nororiental. No demandan nada extraño, pues esa diferenciación estuvo en vigor hasta 1994. Fremss sostiene que la explotación del stock sur no influye en toda la población. Y, sin embargo, aspectos socioeconómicos aconsejan un modelo de gestión diferente, al tratarse de una pesquería destinada al consumo humano, explotada por pymes y con fuerte impacto en zonas costeras.

Esa misma ausencia de interferencias es el argumento que usan para pedir que se amplíe del 5 al 50 % la flexibilidad entre la VIIIc y la IXa, que confluyen en Fisterra.