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Galicia se empleará a fondo para frenar un golpe que le puede hurtar 90 millones

i. sánchez artero BRUSELAS / E. LA VOZ

SOMOS MAR

PEPA LOSADA

Bruselas acecha con sus «tijeras» al jurel y a la merluza del Cantábrico y de Gran Sol

16 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La pesca gallega vuelve hoy la vista hacia Bruselas. Allí Arranca la negociación de los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para el 2020 y lo hace sobre una propuesta letal para la flota gallega, pues según los informes socioeconómicos elaborados por el Gobierno gallego, solo lo que se sugiere para la merluza -tanto en el Cantábrico como en Gran Sol- y para el jurel -al norte y al sur de Fisterra- supondría una pérdida de casi 90 millones de euros e impacto en las economías familiares de los 3.700 tripulantes afectados.

La conselleira Rosa Quintana estará en la capital belga, acompañando al ministro de Agricultura y Pesca en funciones, Luis Planas, en representación de las comunidades autónomas, aunque en esta cumbre en particular la más afectada es la suya propia.

Que este sea el último año para alcanzar el rendimiento máximo sostenible (RMS) ha movido a Bruselas a afilar al máximo la tijera. Tanto, que no ha dudado en sugerir podas en especies clave para la flota gallega, que tras denotados esfuerzos tiene prácticamente todas las poblaciones de su interés explotadas en niveles sostenibles. Así, a pesar del trabajo realizado a nivel económico y social para alcanzar este objetivo medioambiental, España teme una nueva embestida.

Por eso Planas y Quintana llegan al Consejo con los deberes hechos y una lista de objetivos muy concretos. A pesar de que los stocks de merluza están en estado saludable de biomasa, el Ejecutivo comunitario cree que hay que adelgazar las cuotas tanto en aguas ibéricas como en Gran Sol y, siguiendo las recomendaciones científicas, lanzó una propuesta inicial de recortar en un 20% y un 19%, respectivamente, los TAC de esas poblaciones.

España peleará por suavizar el tajazo que se persigue para la merluza sur y se quede en ese 3 % que, según los biólogos, llegaría para recuperar el stock. Es posible porque aplicar el rango menos lesivo puede hacerse si se trata de una especie limitante en pesquerías mixtas, y la merluza lo es. No lo dicen Planas y Quintana porque sí, sino un dictamen del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) determina que, en la explotación de gallo y rape, la merluza es condicionante. No preocupa tanto el recorte en el stock norte, porque se entiende que hay que alcanzar el RMS y, a día de hoy, España no consume toda la cuota.

Posible error con el jurel

Otra de las amenazas que España tratará de frenar es el consejo que se ha dado para el jurel, ya que se esperan rebajas tanto en el norte como en el sur de Fisterra. Para la zona VIIIc -de Fisterra al Bidasoa-, la Comisión ha previsto un tijeretazo del 41 %. Conscientes de la prioridad para el Cantábrico, se peleará para que no haya una bajada tan drástica. Más optimistas se muestran fuentes diplomáticas por la reducción del 50 % en la cuota del jurel de la IXa -de Fisterra al golfo de Cádiz-. Creen que ha habido un error en la recomendación del Consejo Consultivo de Pelágicos, ya que el ICES recomendaba una subida del 20 %, por lo que, tanto España como Portugal, harán lo posible para que todo quede en un susto.

Además, la Comisión sugiere mantener la prohibición de pesca de la cigala para el 2020 y los dos siguientes, reservando apenas tres toneladas para las campañas científicas. Los expertos esperan el dictamen del ICES, que llegará previsiblemente a lo largo del Consejo, y en base a eso adoptarán una decisión, siendo conscientes de la relevancia que tiene esta especie para las pesquerías de Galicia.

España peleará por que se mantenga la bolsa de cuotas para no «estrangularse» con el bacalao 

Galicia tiene otras preocupaciones además de la merluza, el jurel y la cigala. Tiene los ojos puestos en el bacalao del mar Céltico. Los países de la UE pueden intercambiar alguna cuota a través de un mecanismo que habilitó la Comisión Europea el año pasado, que obliga a los Estados miembros que tienen cupo de determinadas especies a ponerlas a disposición de otros que no la tienen. Gracias a esta propuesta han entrado en juego algunos productos como el bacalao, el carbonero o el lenguado, entre otros. España, junto a otros países, confía en que a través de este mecanismo pueda alcanzar un acuerdo para el bacalao del mar Céltico. La cuota cero de esta especie de estrangulamiento afecta seriamente a los barcos de Gran Sol, embarcaciones que pescan merluza, gallo y rape.

Cámaras a bordo

La flota también miraba por el rabillo del ojo la propuesta de la Comisión que pide que haya un 20% más de observadores físicos a bordo y circuitos cerrados de televisión en el Báltico. Sin embargo, el Consejo Europeo rechazó por segunda vez este año, y por unanimidad, que este pie de página fuera discutido en la reunión de esta semana. Entienden que los reglamentos de control son temas de codecisión y, por tanto, deben estudiarse con la Comisión.

Otro asunto que Galicia espera es la propuesta de República Checa, que aboga por que haya más flexibilidad para el pago del Fondo Europeo Marítimo de Pesca (FEMP). Cuenta con la simpatía de varios países, entre ellos España, aunque reconocen que será complicada su aplicación para el 2020.