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Un crucero de lujo para Rodolfo langostino

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

M. Moralejo

Nueva Pescanova estrena el primero de los 4 pesqueros que renovarán su flota en Mozambique

22 ene 2020 . Actualizado a las 16:36 h.

El langostino es el superventas del catálogo comercial de Nueva Pescanova, y la pesquera gallega quiere aumentar y mejorar su producción. La variedad de este tipo de crustáceo con bigotes más demandada en el mercado es la que el grupo captura en Argentina, popularizada en publicidad por la figura animada de Rodolfo Langostino. Pero este famoso paneus tiene en aguas de Mozambique unos hermanos tal vez más exclusivos y que Nueva Pescanova lleva poniendo en el mercado desde hace 40 años, a través de su filial Pescamar (ubicada en la ciudad de Beira).

Hacia allí zarpó ayer del astillero Armón Vigo el pesquero Ponta Matirre, un flamante y moderno tangonero congelador de 30 metros de eslora que forma parte del plan estratégico de renovación de la flota del grupo en este país, que consta de 4 nuevas unidades, todas ellas adjudicadas a Armón, por 16 millones de euros.

Ponta Matirre, con sus 22 tripulantes, se incorporará a la flota que Nueva Pescanova tiene en Mozambique, integrada por 30 barcos, para el arranque de la campaña de captura del 2020 -camarón, langostino tigre, carabinero, cigala, langosta-, que arrancará el próximo 1 de abril, con una misión: capturar 100 toneladas de crustáceo, a una media de 8 toneladas por día.

El moderno tangonero puede hacerlo, y para ello pasará hasta 45 días seguidos sin tocar tierra. «Hemos cuidado mucho la habitabilidad, para que la tripulación tenga confort», explicó David Troncoso, director general del área de Pesca de Nueva Pescanova, momentos antes de que el pesquero partiera de Vigo.

Un barco factoría

Un recorrido a bordo del Ponta Matirre (nombre de un punto geográfico en el corazón del banco de Solafa, el caladero de langostino salvaje donde opera el grupo) permite comprobar cómo cada espacio del interior está optimizado al máximo: desde los camarotes de la tripulación, forrados en madera y habilitados con 4 literas, hasta la cocina, toda de aluminio, con una despensa-congelador repleta de víveres para esta ruta inaugural.

En el puente de mando, el capitán dirige la maniobra a través de media docena de pantallas de última generación, mientras dos cubiertas más abajo, en la sala de máquinas, cinco operarios siguen atentos a los indicadores de los dispositivos electrónicos que manejan.

«Este barco aporta tecnología y confort. Es un buque eficiente, de bajo consumo y los sistemas más avanzados de pesca de arrastre. Está habilitado con sensores de detección de bancos de pesca», aseguró David Troncoso.

En la factoría del barco se selecciona el producto por tamaño, se empaca y se congela La embarcación cuenta con una planta desalinizadora y una moderna factoría de procesado a bordo. «Todo lo capturado se vuelca en grandes recipientes, se selecciona, para desechar lo que no sirve, como madreas o algas que vengan en las redes, y se enfría en tanques, ya que estamos faenando en aguas a 29 grados de temperatura», explica Luis Gigirey, director técnico del área de flota de Nueva Pescanova. El ingeniero aclara que no se hacen descartes. «Todo lo que cae en las redes que no es camarón se congela y se vende en el mercado local», afirma.

«Los crustáceos pescados se seleccionan por tamaños, se empacan y se meten en los túneles de congelado y de ahí pasan a la bodega. Y es así como llegan al mercado», relata el ingeniero.

«Esta es una apuesta por la pesca; la pesca está dentro del nombre de nuestro grupo. Estamos haciendo innovación dentro de la pesca», añadió Troncoso, que recordó que este buque y los 6 restantes encargados a Armón (tres para Angola), suman una inversión de 43 millones de euros, a los que seguirán nuevas partidas para la renovación de la flota del grupo (integrada por 70 buques) en el siguiente plan estratégico de Nueva Pescanova.

«Estos barcos nos dan más capacidad productiva y también un mejor producto»

M.MORALEJO

m. s. d.

Nueva Pescanova tiene una flota de 70 barcos pesqueros repartidos en 5 grades áreas de pesca: Mozambique, Namibia, Angola, Argentina y Uruguay. José Antonio Fernández es el jefe de flota de Pescamar, en Mozambique, y bajo su responsabilidad están las 30 unidades que faenan para esta filial.

-¿Qué aporta el Ponta Matirre a la flota de Mozambique?

-Este y los otros tres nuevos barcos que se van a incorporar en sustitución de los cuatro más antiguos son más eficientes y más respetuosos con el medio ambiente. Tienen mayor capacidad productiva, pero también permiten una mejora del producto.

-¿Cuál es el estado de los recursos en el área?

-Tenemos 5 meses de paro biológico y 7 de pesca. Al comienzo de cada campaña, antes del 1 de abril, el Instituto de Investigaciones Pesqueras de Mozambique sondea el estado de los recursos y, en función de su dictamen, se adelanta o se retrasa un tiempo. En principio, no esperamos nada fuera de lo normal este año.

-El precio del langostino ha bajado. ¿Cómo cree que va a evolucionar?

-La bajada de precios ha sido más patente en el langostino argentino y en la variedad vannamei (de cultivo) porque son de mayor producción y de consumo más masificado. En el caso de la producción de Mozambique, también ha afectado la bajada de precios, pero en menor medida. Es más caro. Estamos hablando de un producto en cierta medida más exclusivo.

-¿Tienen dificultades para completar las tripulaciones de los barcos? ¿Hay mano de obra suficiente?

-Sí, porque se trata de mano de obra extranjera. En 7 de nuestros barcos el cien por cien de la tripulación es de Mozambique. En el resto, hay españoles en los puestos de mando, y también numerosos indonesios.