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Espaderos de Lugo estudian denunciar a Ribera por no dejarles vender marrajo

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

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LOSADA

La flota, en «alerta roja» por el bloqueo y los precios de quenlla y emperador

18 ene 2021 . Actualizado a las 10:53 h.

La flota de palangre de superficie de la Organización de Productores de Lugo (OPP 7) está estudiando «alternativas jurídicas» para remediar la situación de bloqueo de sus capturas de marrajo dientuso, que no pueden vender porque Transición Ecológica no emite el certificado que internacionalmente se exige para comercializarlas. Esta especie está sometida a medidas especiales desde finales del 2019, cuando fue incluida en el apéndice II de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Desde la entidad señalan que el recurso a los tribunales no busca otra cosa que la «defensa patrimonial y la viabilidad de sus empresas». Y de paso tratarían que los jueces aclaren qué departamento «asume las competencias pesqueras dentro de un mismo Gobierno, exigiendo normas claras y sencillas para todos», apunta la OPP 7 en un comunicado.

La cuestión es que la flota tenía permitido alijar los ejemplares de marrajo que llegan muertos al costado del barco, pero Transición Ecológica puso un límite a las certificaciones y solo cubrió con ese documento unas 300 toneladas, apenas un tercio de lo que solían ser sus capturas en el Atlántico. Los armadores no entienden cómo pueden surgir estos problemas entre departamentos de un mismo Gobierno, y así, «mientras se cumplen las normas pesqueras de ICCAT (Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico) y del Ministerio de Pesca, existe un bloqueo desde Transición Ecológica al comercio de marrajo del Atlántico Norte desde el mes de julio, que no dispone de certificados que permitan su comercialización».

Los palangreros de superficie adscritos a la organización lucense se quejan de que no se han observado todos los esfuerzos en pro de lograr la sostenibilidad biológica. Y ponen como ejemplo el FIP, (programa de mejora de la pesquería), con un equipo de observadores a bordo para recopilar datos científicos, o su participación en diversas medidas técnicas de mitigación de capturas. «No se han tenido en cuenta tampoco que todas estas decisiones de CITES se tomaron después de una evaluación defectuosa y con una falta de datos en el 2017 en la ICCAT, lo que ha perjudicado a la cumplidora flota europea y que deja libertad a otros países competidores, sobre todo asiáticos, que siguen suministrando al mercado».

Un horizonte peor

Pero si no han podido todavía vender las capturas del año pasado, el panorama para el 2021 es peor. Transición Ecológica que es autoridad científica y asume también la emisión de los certificados de comercio no ha desbloqueado lo capturado en el 2020, «pero tampoco ha informado de las directrices a seguir este año».

Así las cosas, la preocupación es máxima. La flota está en alerta roja, pues el bloqueo del marraxo confluye con las horas bajas de sus otras dos especies objetivo: la quenlla (tintorera) y el pez espada o emperador. La parálisis casi total del comercio internacional a raíz del covid, junto al cierre del canal horeca (hostelería, restauración y cátering) golpeó duramente las cuentas de explotación al reducir drásticamente las ventas. Durante meses, no consiguió introducir en el mercado casi la mitad de sus capturas y la otra mitad que sí se vendió se colocó «a precios irrisorios». Y ya no se trata de la falta de ingresos de ese 50 % de las capturas que no comercializaron, sino que este estocaje generó a las empresas unos mayores costes de almacenamiento en frigoríficos.

«Es una situación a la que le tenemos que buscar una salida práctica», dice Luis Planas

«Es una situación en la cual tenemos que buscar una salida práctica, respetando la legislación vigente», aseguró el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, en una entrevista concedida a este medio al ser preguntado sobre el problema del marrajo y la descoordinación con Transición Ecológica en el asunto. Planas explicó que está incluido en el anexo II del CITES, pero, además, al no haberse celebrado la cumbre de la ICCAT, «la Comisión Europea ha incluido un total admisible de capturas (TAC) para este año». En este sentido, la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, que acompañó al ministro en la visita oficial que realizó a finales de la semana pasada a Galicia, explicó que se recogerá en el permiso temporal de pesca (PTP) de las embarcaciones la autorización desde el 1 de enero para el mantenimiento y captura de dos ejemplares por barco y marea en el Atlántico norte.

Cotización de la quenlla

La solución está tardando para una flota que, a los males desgranados hay que sumar una desgracia extra: la caída importante en los precios medios de estas especies. Según los datos que se habían hecho desde la organización lucense en un balance previo al cierre del ejercicio, la cotización de la quenlla había caído un 28,68 % con respecto al 2019 y un 22,30 % respecto al 2018. Más suave, pero igualmente importante fue la depreciación del pez espada con respecto al 2019: un 11,61 % y un 16,70 % respecto al 2018.