«En Seat había más mujeres en el 2000 que en Alemania»

Carmen García de Burgos REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Oscar Vazquez

Lleva más de veinte años dedicada a la I+D en la automoción. Tras pasar por Valladolid, Cataluña y Alemania, Ana Paul asegura estar feliz de liderar el sector en Galicia desde el CTAG. Y de aprovechar sus conocimientos y carácter para coordinar el estudio sobre industria 4.0 en el que está inmersa la alianza de centros tecnológicos gallegos, ATIGA

05 nov 2017 . Actualizado a las 05:02 h.

Ana Paul (Valladolid, 1970) es una de las profesionales que más sabe de automoción en Galicia.

-Una mujer liderando el sector de la automoción y de las nuevas tecnologías. ¿Cuántas más conoce como usted?

-Cada vez hay más, pero a veces falla la visibilidad en este entorno tan masculino históricamente. En automoción hay ejemplos muy buenos, de cúpulas directivas de grandes grupos.

-¿Por qué falta de visibilidad?

-El de la automoción es un sector en el que las mujeres que estudiaban carrera técnicas, que tampoco es un tanto por ciento demasiado alto, luego no se dirigen al sector, porque es un mercado muy dirigido normalmente por hombres. Pero cada vez en las plantas hay más puestos de responsabilidad de técnicas, ingenieras, que están formando parte en los equipos de desarrollo. No sé muy bien dónde está la barrera de entrada. Supongo que es un sector complicado. Me da pena que no haya tantas mujeres dedicándose a este sector, porque llevo trabajando más de veinte años en él y me gusta. En el CTAG en algunos equipos tenemos un tanto por ciento de ingenieras relativamente alto, por encima de la media. Es una situación que va mejorando.

-Hizo un máster en automoción. ¿Lo tuvo siempre claro?

-Sí, empecé a trabajar en Valladolid en este ámbito de la I+D asociado a la automoción, y en el 99 empecé en Seat en Cataluña. Estuve 7 años, uno en Alemania, dentro del equipo de Volkswagen, donde por cierto fui la primera mujer. Es curioso porque esperas que en Alemania esté la situación más balanceada, y al contrario. En los equipos que teníamos en Seat había más presencia femenina que en ese momento en Alemania.

-¿Queda más camino por recorrer tecnológico o de género?

-Es una pregunta muy complicada. En los dos ámbitos queda mucho por mejorar y por recorrer. Y a veces da la sensación de que la tecnología es más sencilla que el resto (ríe). En situaciones de género se ha hecho mucha labor de igualdad y visibilidad, pero queda mucho. Y en el ámbito de la tecnología también. Muchas veces va por delante de lo que después llega al mercado. Hay soluciones tecnológicas que desde el punto de vista de un prototipo o prueba de laboratorio son viables y, sin embargo, hay un camino por recorrer para que llegue a un producto por costes o calidad. La tecnología está muy avanzada, lo que hace falta es la implantación.

-Solo en ATIGA manejan unas cifras enormes, ¿Significa que Galicia es consciente de la importancia de las tecnologías?

-Sí, en Galicia contamos con la gran suerte de tener unas infraestructuras tecnológicas, que somos los propios centros tecnológicos, muy preparados cada uno en nuestro sector. Creo que sí se valora, y que no todas las comunidades cuentan con una infraestructura tan fuerte. Muchas veces no somos conscientes de que en Galicia estamos a un nivel muy alto en el desarrollo de tecnologías y un posicionamiento muy reconocido en algunos ámbitos a nivel europeo.

-¿En cuáles?

-En el ámbito de CTAG, por ejemplo, en el coche autónomo y conectado hemos desarrollado unas competencias en los últimos años que, ahora que es cuando realmente estamos ante el despegue y esa hoja de ruta un poco acelerada por parte de todos los constructores, tenemos una base tecnológica y unas soluciones que aportar a las empresas muy importante.

Ana Paul coordina el estudio sobre industria 4.0 de ATIGA. | óscar vázquez

«es necesario oxigenarse, parar y tener otros inputs»

el detalle

«Me gusta mucho viajar, me parece que te da amplitud de miras al compartir experiencias con otras personas de otras culturas y ámbitos que no tienen nada que ver con las tuyas, y yo es algo que necesito. Hacer algún viaje importante, da igual que sea exótico o no. Hay algunos lejanos que te aportan muchas cosas, y otros muy próximos donde también tienes unas experiencias muy interesantes. Viajar me gusta mucho. Y el teatro y la lectura», confiesa. ¿Tiene tiempo para todo eso? «Tiempo... Regular, hay que sacarlo de donde uno puede. Los viajes son necesarios para oxigenarse, hacer una parada, descansar, tener otros inputs y luego volver con las pilas cargadas. Destinos tengo un montón siempre pendientes. Tenemos unos amigos que se han ido a Australia, así que a lo mejor el año que viene vamos. Japón también me atrae muchísimo y no he tenido ocasión de visitarlo. El choque cultural es tan fuerte que debe ser curioso vivirlo allí», reconoce.

«El reto está en saber encontrar aplicaciones que realmente sirvan»

Un estudio entre 350 empresas y otras instituciones pretende dibujar un mapa exacto de la industria 4.0 en Galicia.

-¿Sorprenden los resultados?

-Estamos en una fase en la que tenemos que digerir los resultados. Vemos que hay sectores que presentan una madurez tecnológica muy superior a otros que parten de un nivel más bajo, porque no ha tenido necesidad.

-¿Qué retos tiene el sector de la automoción en Galicia?

-Desde el punto de vista del tejido empresarial estamos en un buen momento de actividad, ya superados los años de crisis, que fueron muy duros. Está habiendo un repunte de actividad importante y es una muy buena oportunidad para modernizarse, incorporar estas tecnologías para estar en un nivel avanzado y ser muy competitivo a través de la incorporación de tecnologías 4.0. El reto está en saber interpretar lo que pueden aportar a cada empresa, saber encontrar aplicaciones que resuelvan problemas y supongan un salto diferencial en productividad, calidad o condiciones de los operarios. Hay tantas cosas y tanto ruido alrededor que el reto está en tomar buenas decisiones.

Japón me atrae muchísimo y no he tenido ocasión de visitarlo. El choque cultural es tan fuerte que debe ser curioso vivirlo allí»