Cambio climático ilustrado

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

07 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno lee La Voz y aprende. Al fin, el gobierno de la Xunta asume que la cuestión del cambio climático no es una mera hipótesis. Ni siquiera una hipótesis poco creíble como le sucedía a aquel catedrático de Sevilla allá por el 2009 en interpretación de su pariente. En tiempos del negacionismo del presidente Trump, el Gobierno gallego y su presidente garantizan que este trabajo no partirá de cero, si bien los expertos deben procurar no caer en un «ecologismo ilustrado» (sic).

Está bien analizar algunos interrogantes de lo que se conoce como cambio climático, así como los grupos de trabajo diseñados, la pluralidad de los expertos, y que el Gobierno se comprometa a asumir los resultados. Con especial interés se analizarán la industria y la energía, para corregir por fin las políticas de renovables del Gobierno de España, así como los costes de movilidad en ese marco del cambio climático. Más trabajo cuesta entender la segregación entre territorio, agricultura y montes y biodiversidad. La ciencia, incluso la del cambio climático, puede abordarse segregada. Otra cuestión serían los remedios.

La noticia coincide con un encuentro fortuito entre viejos papeles, de quien más pronto que tarde tendrá que trasladar su lugar de trabajo de los últimos 45 años, de una copia a carbón del Voceiro n.º 0 de la Asociación de Biólogos de Galicia (ALBE-Galicia), 1976. En aquel entonces se trataban temas como el caso Urquiola, la marea roja, incendios y repoblación, industrialización en la ría de Arousa, las pesquerías, las celulosas o la investigación científica en Galicia. Algo parecido a los problemas ambientales actuales, aunque ahora más cargados de bombo. Eran quizá aproximaciones de ecologismo ilustrado. Por eso, cuarenta años después seguimos en las mismas.

Recordé además que aunque este Gobierno no hace referencia a ello, otro Gobierno gallego puso en marcha en el 2007 un Plan galego de acción fronte ao cambio climático, con cuatro programas principales, del que los resultados más accesibles se recogen en un libro: Evidencias e impactos do cambio climático en Galicia, de 703 páginas y publicado por la Xunta en el 2009. Termina el libro con un resumen ejecutivo para «gestores», donde sectorialmente se revisaban dudas y certezas de los posibles efectos en Galicia.

Acostumbrados como estamos a la discontinuidad de las actuaciones de los gobiernos gallegos, no sorprende que el plan del 2007 citado haya pasado desapercibido para los posteriores. Por más que sea buena noticia que, apenas diez años después, otro Gobierno gallego parece que pretende darle continuidad. Contarán para ello con todo el conocimiento adquirido desde entonces y las nuevas contribuciones realizadas por los grupos de investigación, también gallegos, gracias a que la ONU, la Unión Europea y el plan nacional mantuvieron el marco cambio climático como objetivo para incentivar su investigación y análisis.