Apóstrofos, apóstrofes

Francisco Ríos Álvarez
francisco ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

08 jul 2017 . Actualizado a las 09:49 h.

Los parónimos son palabras que tienen alguna relación o semejanza ente sí, generalmente por su forma o su sonido. Podemos agruparlos en tres categorías que el lector nunca encontrará en los libros. La primera es la de los que no causan problemas, como abeja y oveja, adoptar y adaptar, o carear y cariar

Un segundo grupo de parónimos es el de los que no se pronuncian espontáneamente, sino que fuerzan una breve reflexión del hablante para elegir la voz adecuada: costo/coste, especie/especia, infringir/infligir, prejuicio/perjuicio... La tercera categoría sería la de aquellas palabras que suelen requerir la consulta a un diccionario para elegir la procedente. Aquí aparece, por ejemplo, la pareja espirar/expirar, una de cuyos miembros significa ‘exhalar’ y el otra ‘morir’. Pero hay un caso paradigmático, el de apóstrofo y apóstrofe

El apóstrofo es un signo ortográfico con forma de coma alta (’) que empleamos para indicar la elisión de letras y sonidos (Me voy pa l’Habana), así como en nombres propios (D’Ors, D’Alembert). A su vez, apóstrofe es, según la definición académica, una interpelación vehemente dirigida en segunda persona a una o varias, presentes o ausentes, vivas o muertas, o a seres abstractos, a cosas inanimadas, o a uno mismo: «¡Héroes de Mayo, levantad las frentes!» (Espronceda). Quien quiera epatar a un contertulio puede emplear su equivalente prosfónesis. La Academia añade una segunda acepción a apóstrofe: dicterio (dicho denigrativo que insulta y provoca).

 Apóstrofo procede del latín apostrophus, y este, a su vez, del griego (apóstrophos). En el origen de apóstrofe está el latín apostrophe, procedente del griego (apostrophé). Unos y otros han sido heredados por las lenguas de nuestro entorno. Apóstrofe y apóstrofo tienen una sola forma en francés y en inglés, apostrophe, mientras el gallego y el portugués tienen apóstrofe (femenino) y apóstrofo, y el catalán, apòstrofe y apòstrof

Castellano, gallego, portugués y catalán comparten el verbo apostrofar, pero mientras en el primer idioma solo significa ‘dirigir apóstrofes a alguien’, en las otras tres lenguas también es ‘poner un apóstrofo’.

Un apóstrofe sin apóstrofos para estos tiempos de zozobra: «Oigo, patria, tu aflicción, y escucho el triste concierto que forman, tocando a muerto, la campana y el cañón».