De Maduro, Podemos se pudre

Roberto Blanco Valdés
Roberto L. Blanco Valdés EL OJO PÚBLICO

OPINIÓN

30 jul 2017 . Actualizado a las 09:34 h.

En Venezuela están pasando cosas horribles que han levantado a gran parte del país contra los intentos del chavismo de culminar la construcción de una férrea dictadura. En Venezuela el Gobierno controla a los jueces, ya meros peones de brega de Maduro, quien a través de la bufonada de la Constituyente pretende hoy decapitar a la mayoría opositora elegida a finales de 2015 con el 56 % de los votos pese a las duras restricciones a la libertad de voto impuestas por el régimen. En Venezuela han sido asesinadas por la policía chavista 107 personas en 114 días de protesta (¡casi una cada día!) y medio millar de presos políticos siguen en la cárcel. En Venezuela, el caos económico provocado por el régimen ha llevado a la miseria a millones de personas, privadas de los bienes de consumo más elementales, en medio de una galopante corrupción: 87.000 millones de dólares dilapidados, según la Asamblea Nacional, en provecho de la nueva casta del país que forman los jerarcas de la llamada revolución bolivariana. ¡Pobre Bolívar! Es ese zarrapastroso régimen (autoritario, represor, corrupto y económicamente desastroso) el que defienden desde hace años los dirigentes de Podemos. 

Algo que no sería noticia ?muchos partidos en el mundo apoyan dictaduras de uno u otro signo? de no ser porque Podemos se presenta como el cielo de la política española: la reunión de todos los bienes sin mezcla de mal alguno. Ocurre, sin embargo, que el mismo Podemos que no se cansa de criticar la llamada ley mordaza, que para sí quisiera la oposición venezolana, guarda un silencio ominoso ante la represión chavista y califica a sus opositores de enemigos de la democracia.

Que el mismo Podemos que ve corrupción por todas partes (salvo, claro está, en sus propias filas) cierra los ojos ante la que asola a Venezuela, de la que se ha beneficiado varios dirigentes podemitas mediante dudosos contratos con el régimen. Que el mismo Podemos que responsabiliza a las denominadas políticas neoliberales de la supuesta destrucción de nuestro Estado de bienestar -que ahí sigue, pese a las mentiras de Iglesias y los suyos, dando servicios a millones de personas- aplaude la demencial gestión económica de un régimen que ha hundido en la pobreza a uno de los países más ricos de América del Sur.

El apoyo al régimen chavista devora la credibilidad de Podemos al liquidar toda coherencia entre lo que sus líderes hacen y predican. Pero esa contradicción escandalosa es letal también para el nuevo PSOE de Pedro Sánchez, convencido de que solo podrá gobernar en coalición con Podemos y con el sostén secesionista.

Para entendernos, con la complicidad, activa o pasiva, de un partido que defiende a las dos únicas dictaduras que quedan en América (la venezolana y la cubana) y de otros que se han amotinado contra el Estado democrático y pretenden romperlo por la fuerza.