Venezuela: En Marea descubre la verdad

Roberto Blanco Valdés
Roberto L. Blanco Valdés EL OJO PÚBLICO

OPINIÓN

02 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En un contubernio de los regímenes burgueses contra la democracia bolivariana que, como está bien a la vista, ha llevado a Venezuela a cotas de paz, libertad, seguridad y bienestar desconocidas, muchos se han puesto sospechosamente de acuerdo en negar legitimidad a los comicios del domingo que, para elegir una Asamblea Constituyente y darle la puntilla a la Asamblea Nacional dominada por los contrarrevolucionarios, se celebraron en la gran nación americana. 

En contra del resultado electoral, acusándolo de fraude, se han pronunciado, entre otros gobiernos latinoamericanos, los de Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Perú y Paraguay. En la confabulación antichavista ha participado, ¡como no!, EE. UU., país al que se unirán próximamente 27 de los 28 Estados de la Unión (todos salvo Portugal), unidos por la voluntad común de condenar al régimen chavista. ¡Una expresión de pura envidia, claro está, de las decadentes democracias burguesas por las grandes conquistas políticas y sociales del bolivarianismo!

Pero, como era de esperar, el contubernio contra Maduro y su voluntad de dar con la Constituyente un paso decisivo hacia la igualdad y la democracia real no ha sido solo exterior, sino también interno. Los partidos de la oposición, que boicotearon los comicios, han denunciado un formidable pucherazo. La fiscal general de la República, Luisa Ortega, traidora al régimen que en su día la nombró, manifiesta que los resultados oficiales son «una burla al pueblo y a su soberanía». En la misma línea han dirigido sus dardos contra la gran fiesta chavista los analistas electorales: el sábado un sondeo de Datanálisis colocaba la intención de voto en no más del 12 % y otro realizado a pie de urna por la Universidad Católica Andrés Bello situaba la participación en 2,4 millones de personas y no en los 8 de las cifras oficiales, a las que también niega validez el director del Venebarómetro, Edgard Gutiérrez: «Todos sabemos que es un fraude».

Menos mal que frente a tal clamor, nacional e internacional, denunciando la supuesta deriva autoritaria del chavismo, una senadora española de En Marea, Vanessa Angustia, asistió, invitada por el régimen, para actuar de observadora junto con emisarios bolivianos y cubanos. En esa condición, su señoría ha puesto las cosas en su sitio frente a tantas mentiras procedentes de las cuatro esquinas del planeta. La senadora de En Marea, que ya había manifestado su apoyo al Gobierno de Maduro «en nombre de todo el pueblo gallego», nos han aclarado que la jornada electoral se desarrolló con total normalidad y garantías. Es verdad, claro, que hubo ¡13 muertos! en las calles durante la jornada, pero la senadora de En Marea manifiesta, para que no quede duda alguna, que la culpa de esas muertes fue de los manifestantes. Es decir, y para entendernos, de los muertos. ¡Acabáramos! Sí, menos mal que nos queda En Marea. Y menos mal que nos queda Portugal.