Víctimas del repetidor

María Cedrón ¡CORRE FORREST, CORRE!

OPINIÓN

17 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay una pequeña mesa en una esquina del Caffe Trieste, en San Francisco, donde el maestro Coppola escribió algunas partes de la trilogía de El padrino. En otra cafetería de Los Ángeles, Mark Frost y David Lynch realizaron un brain storming que acabó revolucionando la historia de las series de televisión. Fue ahí donde Frost contó a Lynch un relato que le había oído a su abuela sobre una joven a la que habían hallado muerta en 1908. Y de esa historia fueron naciendo los capítulos de Twin Peaks. La primera temporada llegó a España en 1990 de la mano de Telecinco, que por aquella época también conquistó a los adolescentes con aquellos chicos tan modernos que aparecían en Sensación de vivir.

Aunque no había Internet, la pregunta de «¿Quién mató a Laura Palmer?» se hizo viral del modo en el que se divulgaban las noticias en la era analógica, por el boca a boca. Pero en Galicia había un grupo de adolescentes rurales que tuvimos que conformarnos con repetir la pregunta para no quedar descolgados del grupo, aunque no teníamos ni idea de que al agente Cooper le encantaban las tartas de cereza. No la teníamos porque el repetidor de Rañadoiro no nos dejaba conectar con Telecinco. Han pasado 27 años. Aún no he visto Twin Peaks. Pero, créanme, sé quién es Laura Palmer. Ya saben, san Google.