¿Por qué insultan?

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

20 ago 2017 . Actualizado a las 10:36 h.

«Los estereotipos sobre religión, género o cualquier otra cosa son como el cáncer». Debe de ser un peligroso bolchevique quien sentencia algo así por Twitter. O un cómplice de ese buenismo blando que defiende valores universales y tiembla cuando se cuestionan. A esos exigentes morales que alertan sobre los prejuicios se les insulta en estas horas con un asco desconcertante. Se están escribiendo cosas brutales contra quienes recuerdan que las sociedades más golpeadas por el terrorismo yihadista son las musulmanas; que tras el atropello cobarde de las Ramblas se han sucedido los comunicados de repulsa de comunidades no católicas. Se ha insinuado que el atentado no se hubiese producido con otra alcaldesa en la ciudad. Se ha dudado de que algunos estuviesen compungidos. Se ha sospechado de todos los musulmanes. Se ha hablado de Dios contra Alá, convirtiendo el viejo ecumenismo en una chufla. Se ha evitado recordar qué es el EI, qué pasó en Afganistán y en Irak y qué cosas hizo Occidente en la región. Se ha hecho mofa de quienes han apelado a la concordia y a la solidaridad y al emigrante que llevamos dentro. La presentadora Paula Vázquez escribió en Twitter: «Crecí en L’Hospitalet, barrio de inmigrantes, marroquíes, negros, gitanos, gallegos, ecuatorianos, andaluces. Ellos hacen grande a BCN. Stop racistas». Una declaración de un blanco nuclear, una descripción de una sociedad de la que estar orgullosa. Pero estallaron los bárbaros. Uno le contestó: «Tanto bótox no puede ser bueno y tú, vieja pelleja, eres la prueba». Otros vomitaron cosas parecidas. Un tal Marcos: «Vas a comparar a gallegos o andaluces con negros, gitanos o marroquíes, deja la farlopa, payasa!».

El bolchevique de los estereotipos se llama Arnold Schwarzenegger.