Marco Asensio, Cataluña y «Juego de tronos»

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

PIERRE-PHILIPPE MARCOU | AFP

10 sep 2017 . Actualizado a las 08:31 h.

Este agosto he aprendido la transparente naturalidad. Esa que no se busca. Esa que llega con la edad. El escritor que escribe de verdad ni siquiera sabe que es tan bueno. El político que es un político ni siquiera lo fuerza, el problema es que hoy no hay políticos. El empresario es empresario, y lo demás es perder el tiempo. Juego de tronos tiene detrás un ejército de fieles, además de otro de muertos, porque saben que el lobo mejor en manada, el trabajo mejor en equipo. George G. Martin es Shakespeare para todos. El lobo solitario no sobrevive al invierno. Aunque uno ya no sabe ni siquiera si quiere pasar el otoño. Para qué. Total, el Real Madrid, otra vez campeón de Europa. Zidane tiene una lista de víctimas como la de Arya Stark. Sin que le regalen un cuchillo. Yo soy de Marco Asensio, que no busca a su madre. Solo busca el gol, como el que busca una yugular. Tiene razón Cristiano, aunque sea Cristiano, Asensio puede ser el primer balón de oro español desde el mago Luis Suárez. Puede ser. Es muy bueno y todavía ni lo sabe. Isco también lo es, pero chupa demasiado. Asensio tiene otro juego, si no se malogra. La transparente naturalidad, de nuevo. Y marca. Xavi Hernández era el mecanismo del reloj (y le robaron el premio). Asensio da las horas, las medias y los cuartos. Ojalá no se pierda. El descaro va prendido al talento como el sujeto al verbo. Puntada e hilo. España y Cataluña mantienen una guerra absurda sin talento (como Melania Trump que va a visitar a la víctimas de unas inundaciones en tacones). Piensen en Juego de tronos. Los enemigos hoy no somos nosotros: son los que quieren que no respiremos.