El dilema que divide a España

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

13 oct 2017 . Actualizado a las 07:51 h.

Por momentos, Cataluña lo fue todo. Ni pavorosos incendios ni extraños sucesos pudieron erosionar en redes sociales el monopolio del desafío secesionista. Primeras planas monográficas, programas especiales, maratones en radio y televisión, seguimientos digitales en directo que duraron varias jornadas y, sobre todo, interminables y poco serenos debates en casas, barras de bar, centros de trabajo y redes dejaron claro que el país estaba en vilo por el procés.

No se hablaba de otra cosa. Al menos hasta que Puigdemont hizo su pseudodeclaración de independencia en diferido y a la eslovena. Después, en los primeros instantes, reinó el caos, pero después llegó el alivio. Nadie había quemado definitivamente las naves. Los independentistas no habían saltado al precipicio. Y la respuesta de Rajoy (con el imprescindible respaldo del PSOE) al día siguiente ayudó a relajar aún más la tensión.

Entonces emergió un nuevo gran dilema. Uno de esos en los que no rige la espiral del silencio y de los que permite a la gente responder claramente. No valen grises, tibiezas o equidistancia. Aquí el contexto no es el rey. Y solo caben dos respuestas posibles, o blanco o negro. Mejor dicho, o gris y azul o blanco o rosa. ¿Para cuándo un referendo pactado para decidir sobre las zapatillas que han dividido a España?