Vuelven los paralímpicos

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

24 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante el mes de marzo se celebrarán en Corea los Juegos Paralímpicos de Invierno, que para algunos todavía son parolímpicos, aunque incluso muchos de los convencidos han renunciado a emplear esta forma, en franco retroceso desde que la Academia Española optó por paralímpico.

En defensa de una y otra se presentan sendas tesis, basadas en sus respectivas etimologías. El origen de esos juegos fueron unas competiciones para lesionados medulares británicos veteranos de la Segunda Guerra Mundial, los Juegos Internacionales en Silla de Ruedas de 1948, que se hicieron coincidir con los juegos olímpicos. A raíz de aquellos surgió en inglés el adjetivo paralympic, cruce (blend) de paraplegic y olympic. Ello explica que cuando en 1960 se fundaron los juegos para personas con diversas discapacidades fuesen ya los paralympic games o juegos paralímpicos.

 Quienes se opusieron en España a paralímpico alegaron que el neologismo debía formarse con la voz olímpico y el prefijo para- (del griego pará), que significa, entre otras cosas, ‘semejante a’. En español, este prefijo suele perder la a final cuando se une a voces que empiezan por vocal (paroxítona, parótida).

La Academia se pronunció en 1992 a petición de la Secretaría de Estado para el Deporte, a la que el Comité Paralímpico Nacional pedía que se reconociese oficialmente ese nombre. La RAE afirmó entonces que «aunque la formación lingüísticamente correcta hubiera sido paraolímpico o parolímpico» tenía razón el Comité Paralímpico Español al decir que carecería de sentido defender una de esas formas frente a paralímpico, ya consagrada por el Comité Internacional en Juegos Paralímpicos.

 En la edición del Diccionario del 2001 se introdujo paralímpico y la «formación lingüísticamente correcta» parolímpico, aunque esta desapareció en la siguiente, la del 2014. Entre ambas, el Diccionario panhispánico de dudas aclaró la doctrina académica, que justificó en que paralímpico «es voz tomada del inglés paralympic». Añadía que juegos paralímpicos o paralimpiada(s) «son las denominaciones más extendidas en el uso y las más acordes con la etimología; se desaconsejan, por ello, las variantes par(a)olímpico y par(a)olimpiada, creadas a posteriori».

 Que paralímpico sea la única de esas palabras que hoy sobrevive en el Diccionario y la empleada en las denominaciones oficiales ha supuesto la liquidación efectiva de parolímpico.