De tantos corazones, al Senado

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

21 feb 2019 . Actualizado a las 17:54 h.

El Senado seguía ahí. En estos cuarenta años las fuerzas políticas prestaron escasa atención al Senado, incluso en su aparente y extraña inutilidad. Recurrente ha sido la reclamación de una reforma del Senado para convertirlo en una cámara territorial como parte de un sueño federalista. Hasta que llegó la necesidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución que requiere la aprobación previa de la cámara alta. También la estrategia desarrollada por el Partido Popular de residenciar en el Senado la decisión última sobre la aprobación del techo de gasto presupuestario.

 En un sistema bipartidista imperfecto, con apoyos de nacionalistas según necesidad, el sistema mayoritario de elección del Senado guardaba estrecho paralelismo con los resultados del partido más votado para el Congreso de los Diputados. Así sucedió incluso en las últimas elecciones de 2016 cuando, con un escaso 29% de los votos, el Partido Popular logró la mayoría absoluta en la cámara en cuestión, reforzada con su representación por las Comunidades autónomas.

Resultado propiciado por el sistema mayoritario, que otorga a la fuerza más votada de una circunscripción el 50%, el 75% o incluso el 100% de los senadores, y por la fragmentación de candidaturas en la izquierda, que si bien se hubiera podido paliar al estilo de aquella Candidatura Democrática Galega de 1977 y sus equivalentes múltiples en otras circunscripciones, tal y como al parecer fue propuesto desde el PSOE de Valencia, fue desechado por Pedro Sánchez. Entonces -y ahora- el acuerdo no era fácil, pero esa dificultad otorgó de nuevo la mayoría absoluta en el Senado al Partido Popular.

Con el bipartidismo desaparecido y al menos cinco formaciones en liza en estos comicios, además de los partidos nacionalistas, las elecciones al Senado se convierten en un importante eje de la estrategia electoral y de gobierno. Y aunque la prima de los tres cuartos al partido más votado, según las encuestas, podría equilibrar los resultados a favor del PSOE, no deben de olvidar que el Partido Popular ha mantenido la mayoría absoluta en esta cámara, desde el año 2011.

Mayoría de tal importancia ahora que de los primeros llamamientos electorales realizados por Pablo Casado, el más singular es la petición de voto para «los senadores del 155». Pidiendo que la lista popular para el Senado sea también la de los votantes de Ciudadanos o de Vox en el Congreso. Sostenido ello, según Casado, en que el Senado «decide la unidad de España». Por más que luego de los fastos del 6 y 7 de septiembre en el Parlamento de Cataluña, inconstitucionales y antidemocráticos, el Partido Popular y su mayoría absoluta en el Senado no propusieran aplicar el 155.

Frente a este llamamiento reaparece la propuesta valenciana para articular candidaturas unitarias al Senado. No parece que Pedro Sánchez arriesgue en esa propuesta, pero es obvio que arriesga mucho si lo fía todo a beneficiarse de la prima por ser el partido más votado, ¿dónde y cuánto?, en 59 circunscripciones. Una a una.