Ataques caninos: los hay con seguro o sin él

Francisco Canes FIRMA INVITADA

OPINIÓN

06 sep 2019 . Actualizado a las 22:08 h.

Los ataques de perros tienen consecuencias muy similares a las de otros hechos traumáticos (accidentes de tráfico, laborales…). Por una parte, la víctima puede padecer secuelas psicológicas que es necesario tratar; por otra, al ser un tema de responsabilidad civil es crucial contar con un seguro que cubra los daños materiales y personales que el animal pueda causar a terceras personas.

No se trata de criminalizar a los perros, sino de exigir a sus dueños que se responsabilicen de su educación y de cumplir con la legislación vigente. Esto implica dotarlos del microchip obligatorio y actualizado, tener las vacunas al día -al igual que la licencia-, inscribirlos en el registro municipal cuando sean potencialmente peligrosos y contratar un seguro obligatorio que cubra posibles daños. Estos, sean materiales, personales o ambos, pueden ser provocados por un ataque del perro, pero también por un accidente a causa de una reacción del animal.

Si usted lleva a su perro suelto, cruza la carretera y provoca un accidente de tráfico por el que una persona fallece o queda gravemente herida será usted, su dueño o dueña, quien ha de responder por los daños. Si carece de seguro, la cosa se complicará bastante. Igualmente, puede tener problemas si la cobertura de su póliza no llega a cubrir grandes indemnizaciones (fallecimiento, grandes lesiones, daños a varias personas...). Tendría que responder con su patrimonio, y sus bienes pueden llegar a ser embargados hasta pagar la indemnización por responsabilidad civil.

Para la víctima también supone un riesgo que el dueño del perro no tenga seguro, ya que puede dejar de recibir una parte importante de la indemnización. El resarcimiento económico de los daños es esencial: ayuda a las víctimas a afrontar gastos futuros y a compensar el daño. Detrás de un accidente se puede dar una pérdida de calidad de vida que afecte a aspectos sociales, familiares, de autoestima, etcétera, y que genere un perjuicio moral para la víctima y/o sus familiares. Es algo que a menudo se olvida reclamar en la indemnización, pero que se puede probar mediante informes periciales sociales.

La Asociación DIA ofrece un servicio gratuito para víctimas de accidentes en el teléfono 900 907 711 y en la web asociaciondia.org, y con el que proporcionamos información, orientación y asesoramiento a víctimas de accidentes. La organización también colabora con sus abogados/as para afrontar una mejor defensa.

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