Es la hora del consenso

Antonio Fontenla LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

Xoán A. Soler

17 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si bien valores como unidad, responsabilidad y civismo son síntomas de una sociedad fuerte, inteligente y avanzada, ahora más que nunca se presentan como inherentes al vencimiento de esta pandemia que nos sacude, así como del impulso definitivo para la recuperación económica y social de Galicia. Son valores ciudadanos, de las instituciones, de los representantes de la sociedad civil, y también, de la patronal gallega.

La CEG así lo entiende, y por eso hemos decidido convocar elecciones en aras de encontrar de forma consensuada el candidato fuerte que integre la voz articulada del empresariado en la defensa de sus legítimos intereses en este momento histórico de gestión en tiempos de covid. Debemos remar todos juntos en el sorteo de la crisis que azota nuestra comunidad, así como tomar decisiones idóneas ante una revolución industrial que mutará totalmente nuestro modelo productivo y ante el tren de las ayudas del Fondo de reconstrucción europeo para Galicia. Está fuera de toda duda que la situación de provisionalidad debe llegar a su término, al igual que creo necesario dejar claro que a pesar del período transitorio que ha vivido la CEG, esta ha cumplido con su imprescindible función representativa y social que le otorga la Constitución española. Así, y como no podría ser de otra manera, no hemos dejado de participar activamente en el diálogo social; con la firma de los «acuerdos para avanzar hacia una Galicia más igualitaria y sostenible» a finales del 2019; con la rúbrica de la Declaración para la reactivación económica y social de Galicia; con la intervención en encuentros regulares con la comisión de coordinación y seguimiento del covid-19 para abordar las cuestiones de interés derivadas de la pandemia, y con nuestra participación activa en los órganos de gobierno empresariales de carácter estatal, entre otras actuaciones.

Toca ahora seguir avanzando, también porque la provisionalidad no puede ser la norma y además resulta muy fatigosa. Es la hora del consenso.