Discriminación a minusválidos
Escuchar a la ministra de Sanidad manifestar que se va a vacunar a los deportistas del Comité Olímpico y de la selección española de fútbol demuestra su falta de empatía con el colectivo de los discapacitados. Solo se les ha administrado la vacuna sin restricciones a los que están en residencias, mientras que los que viven en sus domicilios con su familia tienen que ir cuando les toque por rango de edad. Se ve que no son «una cuestión de interés», como dice Fernando Simón. Siguiendo el criterio de vacunación, basado en la ética y equidad, tendrían que ser de los primeros en ser vacunados, porque la gran mayoría tienen otras patologías asociadas y son un grupo vulnerable.
Esta falta de empatía se manifiesta también en la Xunta de Galicia, desde la Consellería de Política Social, cuando contesta a la Valedora do Pobo —a la reclamación hecha por mí— que no es asunto suyo, sino de la Consellería de Sanidade. Muy triste, porque se supone que la defensa de los minusválidos le corresponde a Política Social. Mar Franco Aradas. Sada.
Por favor, vacunen a nuestros chicos
Hablan y hablan nuestros gobiernos de la vacunación y que, cómo no, los más vulnerables serán los primeros... que mentira más grande. Es increíble que a estas alturas estén todos o casi todos los discapacitados intelectuales sin vacunar.
A nuestros políticos lo que les importa es salir en la foto el día del discapacitado, en ese momento sí son importantes y después se olvidan de ellos. Como madre siento una frustración tremenda, ya que a nivel individual nadie nos escucha. ¿Será que nuestros hijos sobran? Desde aquí quiero pedir de manera alta y clara que se acuerden de ellos, que los vacunen, que los dejen vivir y que puedan recuperar la vida que hace un año les quitaron. Necesitamos que vacunen a nuestros chicos. M. P. B.
Lixo nas cunetas
Que teñen na cabeza quen tiran lixo nas cunetas e nas fincas da aldea? Aparcan nas beiras da rúa ou das pistas, sempre en horario nocturno, porque os desperdicios vistos ultimamente (plásticos, cartóns, latas de refrescos, botellas, ¡ladrillos!) aparecen polas mañás onde a véspera só había verde. É noxento e desesperante comprobar este desprezo polo campo que vén, ás veces, de xente que mesmo se ten a si mesma por ecoloxista e defensora da aldea. Neste caso é Ribadeume, pero moito me temo que sucede en máis lugares. Persoas que cando visitan o rural cometen o erro de sentirse fóra da súa casa, ignorando que o planeta é de todos e que tamén respiran deste aire que debemos coidar. E como non serve de moito presentar problemas sen dar ideas de solución, cabe pensar no remedio: levar unha bolsa para o lixo e unhas luvas no peto cada vez que se vai de paseo. Con este pequeno xesto quédalle a paisaxe limpa coma un cadro a quen veña detrás. M. J. Vilasuso. As Pontes.
Parques eólicos
Es algo que preocupa, por lo menos teóricamente, a mucha gente. Pero no a todos. «Galicia ten blindado o 77,5 do seu territorio contra os parques eólicos». No lo entiendo. Si el futuro pasa por las energías no contaminantes, ¿cómo se puede dar un porcentaje tan alto de territorio donde no se pueden aprovechar estas no contaminantes formas de hacer energía? Aquí algo falla. De acuerdo que hay que luchar contra el salvajismo de los que les da igual un ecosistema como el nuestro, o el desierto puro y duro. Pero para eso, entiendo que este porcentaje es discutible. Andrés Nidáguila Casal. Pontedeume.