Busquen vacunas debajo de las piedras

Juan Gestal PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

Javier Etxezarreta

22 jul 2021 . Actualizado a las 09:07 h.

Va allá algo más de un mes del macrobrote de Mallorca y nos encontramos en lo que ya se considera la quinta ola, con unas incidencias elevadísimas, completamente fuera de control.

Una vez más faltó agilidad para controlarlo al principio, cuando era posible hacerlo, aplicando rápidamente medidas drásticas (toque de queda) que impidiesen su diseminación por todo el país y los contactos interpersonales entre los jóvenes (reuniones generalmente nocturnas), y priorizar su vacunación para dificultar la circulación al virus ya a partir de los quince días de la primera dosis, y poder darlo por controlado y volver a la normalidad anterior, al mes y medio o dos meses, cuando todos estuviesen completamente vacunados. Sería por estas fechas.

Pero no se intervino, se justificó en que no había sobrecarga hospitalaria, en primaria sí, y se permitió la diseminación y extensión de la infección por toda la península, para no dañar la economía y ahora está completamente fuera de control. Medidas como el rastreo de contactos son desde hace mucho ineficientes, y a los cribados los jóvenes no están acudiendo.

La atención primaria ya no aguanta más y está comenzando a aumentar la presión hospitalaria, a ingresar personas todavía no vacunadas e incluso vacunados pues las vacunas no son efectivas al cien por cien. Las medidas drásticas, que ya llegarían tarde, no se quieren aplicar y por tanto tendremos quinta ola para rato.

En los jóvenes la infección suele ser con mayor frecuencia asintomática o leve, pero también hay casos graves, y no sabemos en qué medida puede ocasionarles covid-persistente; son una fuente de infección importante de sus padres y abuelos y de otras personas aún no o incluso ya vacunadas, y cada vez que el virus se multiplica puede sufrir mutaciones que den lugar a nuevas variantes de importancia imprevisible.

¿Qué cabe hacer ahora? El refranero dice que «nunca es tarde cuando la dicha llega», todavía cabe aplicar medidas efectivas que permitan frenar la difusión, y priorizar la vacunación de los jóvenes de 12 a 30 años.

Algunas comunidades autónomas ya lo han hecho, otras dicen que no disponen de vacunas para hacerlo. Habrá que buscarlas debajo de las piedras, me decía esta mañana un amigo. No sé como podrá hacerse, pero habrá que hacerlo cuanto antes. La vacunación de los jóvenes permitirá controlar este brote, iniciar con mayor normalidad en otoño las actividades escolares y universitarias y llegar antes a la nueva normalidad.