Lynch le puso apellido al cáncer

Natalia Díaz Santín JURISTA. FUNCIONARIA DE HABILITACIÓN NACIONAL. CONSEJERA DE LA OIT EN ESPAÑA

OPINIÓN

J.C.CARDENAS

22 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En enero del 2018, debía escribir una carta de cumpleaños a alguien especial. No lo hice, tal vez por vivir en el tiempo de correos electrónicos y prisas. El destinatario cumplía 90 años y nos habían dicho que la mejor manera de celebrarlo sería escribiéndole una carta desde distintas partes del mundo. Seguía trabajando intensamente, como lo había hecho durante las últimas décadas.

Era tremendamente afable, y cuidaba a sus pacientes con el esmero que él creía que merecían. Pero falleció el 2 de junio de 2019. Y con él, algo se fue para siempre jamás. Doctor Henry Lynch, déjeme que al menos que recuerde a quien no lo sepa, quién fue el salvador de familias completas alrededor del mundo.

En los años 60, cuando casi nadie dentro de la medicina confiaba en su teoría, usted hizo uno de los mayores descubrimientos respecto al cáncer: la posibilidad de que hubiera un componente genético en algunos tipos de cáncer, y no solo se debieran a cuestiones de índole ambiental. Siempre contaba cómo empezó todo, con aquel paciente alcohólico que a la pregunta de por qué bebía tanto, se limitó a contestar «porque sé que pronto voy a morir de cáncer».

Entonces, empezó a estudiar sobre los genes reparadores de apareamiento y hablar de la teoría sobre por qué algunos tipos de cáncer responden a mutaciones genéticas. Aunque el doctor Aldred Warthin ya había hablado tiempo atrás de predisposición de una familia al cáncer de colon, usted rebatió a muchos médicos de la época, aquella vieja teoría de que los cánceres no podían tener una base genética.

Es curioso que ahora, cuando se habla de bancos de ADN y terapia génica en todas partes, su nombre sea conocido en el ámbito médico-científico, pero no por la mayoría de los ciudadanos. En 1984, se decidió llamar «síndrome de Lynch», a un síndrome hereditario que incrementa considerablemente el riesgo de tener cáncer de colon, endometrio, estómago y muchos más.

Es tarde para mandarle la carta de su 90 cumpleaños, pero no para recordarle. Querido Doctor Henry Lynch, gracias.