Árboles urbanos
Últimamente se habla de humanizar las ciudades en referencia a hacerlas más atractivas y amables para los ciudadanos. En otras épocas se hablaba de belleza, término que encierra sentimientos, confort y variantes culturales a lo largo del tiempo. Y los árboles aportan a las ciudades bienestar y belleza. Pero es una belleza vulnerable que crece, se reproduce, enferma y muere.
Los árboles, en calles húmedas y poco soleadas, apenas florecen quince días en primavera y sus hojas envejecen el resto del año. Los desgarbados cerezos y moribundos manzanos no son belleza. Las ramas mal cuidadas añaden humedad, roban luz y son germen de bacterias y mohos. Y no son nada humanas, sino agresivas, las ramas que alcanzan y se introducen en las ventanas de las propiedades. En las carreteras también se ha propuesto humanizar el trayecto gallego de la N-550 como un bulevar arbolado. Nada nuevo. En el siglo XIX se plantaron árboles en los caminos para dar sombra a los viandantes (plátano de sombra). Se construyeron viveros, se realizaron podas regulares y se encalaron sus troncos. Pero, por seguridad vial, a mediados del XX, la mayoría se podaron.
Cada ciudad debe buscar sus iconos, su referente en árboles y jardines, teniendo presente que el húmedo norte no es Sevilla ni el hanami de Japón y, recordando que, para evitar las plagas y los efectos de la sequía extrema, se requieren cuidados y estilistas. Sí, periódicamente, los árboles también necesitan estilistas. Héctor Verea Hernando. A Coruña.
Merecidísimos parabéns
O pasado venres foi noticia, destacada neste xornal, a resolución do caso dun boleto da primitiva selado na Coruña xa vai para dez anos, e que fora premiado con 4,7 millóns de euros. A constancia, esforzo e adicación, tanto da xuíza que levou o caso, como da policía é colosal e grandiosa. O afortunado, xa falecido, que non era reclamante entre os mais de douscentos que o fixeron, foi posible identificalo por repetir as combinacións, sempre que participaba, aínda que estivese de viaxe. Gracias aos analistas de datos informáticos, vantaxes de pagar con tarxetas que deixan a súa pegada, e a perseveranza da xuíza por manter o caso aberto, sentaranse no banquillo altos cargos do servizo de Loterías e mais o loteiro, irmán do delegado de Loterías na Coruña, que se quedou co boleto. Á xustiza tan denostada e criticada nalgúns momentos, con razón e fundamento, ou sen ela, neste caso é xusto e necesario darlle inmensos parabéns merecidísimos. Rafael García Ramos. Cambre.