¿Dónde está Peng Shuai?

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

via TWITTER @QINGQINGPARIS

25 nov 2021 . Actualizado a las 09:14 h.

Histéricas, amargadas, estrechas, celosas… son los epítetos habituales con los que se solía —y aún suele— calificar a las mujeres que se revuelven contra el statu quo en el que determinados hombres ejercen el poder. Como si el acceso a un cargo político de máximo nivel o el éxito en los negocios hiciera a esos hombres inmunes al escrutinio sobre su moralidad, entendida como el respeto por la ley y los derechos de los demás. De hecho, hasta no hace mucho y aún ahora, en según qué ámbitos, cuando una mujer denuncia un acoso o cualquier otra agresión de carácter sexual por parte de algún compañero de trabajo o superior, y aún con pruebas incontestables, sabe que su defensa tiene que ser poco menos que numantina.

Incluso en EE.UU., un país que alardea de democracia y protección de los derechos humanos, la situación de las mujeres profesionales ha dependido hasta hace muy poco de su complacencia con algunas prácticas totalmente inadmisibles. Solo tras la puesta en marcha del movimiento Me Too, y, sobre todo, tras los casos contra los depredadores Epstein and Weinstein, parece que la tendencia por la que la reputación de un hombre está por encima de cualquier acusación realizada por una mujer comienza a cambiar.

Pero es un cambio lento y no parece que extrapolable a muchos países. La desaparición de la tenista china Peng Shuai, tras haber acusado al ex vicepresidente chino Zhang Gaoli de haber abusado sexualmente de ella, es buena prueba de ello. Pese a su conversación con Thomas Bach, el presidente del COI, y sus posteriores apariciones públicas, su situación real y su futuro no parecen nada halagüeños. Todos sabemos cómo son los métodos de persuasión que estados totalitarios e inveteradamente machistas como China utilizan para reprogramar a los elementos disidentes. Aunque no sabemos si Peng Shuai era consciente de las consecuencias negativas que iba a tener para ella su denuncia, lo cierto es que China hará todo lo posible para aplacar su repercusión mediática y así evitar posibles boicots a los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín. Lo demás… son tonterías de mujer.