¿Ser mileuristas es la solución?

Pedro I. Rodríguez Castro CONSULTOR, FORMADOR, ENTRENADOR Y PONENTE EN HABILIDADES SOCIO LABORALES Y FUNDADOR DE OCÉANO

OPINIÓN

María Pedreda

13 may 2023 . Actualizado a las 15:58 h.

Parece evidente que este salario mínimo es el tema de moda o trending topic, si se quiere ser más moderno, en lo que se refiere a economía. Y es que, desde que la ministra de Trabajo anunció una nueva subida, hasta situarlo en los 1.000 euros, son muchas las personas que se han mostrado a favor o en contra de la medida.

Hace unos años, en este país ser mileurista era un término despectivo. Hoy, esos mismos mil son para algunos la tabla de salvación para un mercado laboral necesitado de soluciones, y para otros será la puntilla que hará que el barco se acabe de hundir.

Con 3.123.078 personas desempleadas de manera oficial, 105.043 trabajadores que siguen protegidos por ERTE vinculados al covid, una de las tasas de paro entre menores de 25 años más altas de la Unión Europea —con un 30 %— y, en muchos casos lamentablemente, como consecuencia de todo lo anterior, un empeoramiento de las condiciones de trabajo. La situación invita, cuando menos, a la reflexión. Opiniones hay para todos los gustos, pero he querido recoger las de tres personas que representan a los colectivos más implicados y a las que he preguntado por este asunto.

Una trabajadora de 47 años, que actualmente está contratada temporalmente, piensa que la subida por sí sola no es suficiente y cree que es una decisión que tiene que ver más con temas políticos. «Me parece bien que suban los sueldos, las personas necesitamos ganar el dinero suficiente, pero me preocupa que esto haga que las empresas no contraten al no poder asumir los costes».

Para un empresario, con una plantilla de 200 trabajadores, es un error. «Es una cuestión de productividad, no de salario, y esto va a afectar negativamente al empleo no cualificado». A él le encantaría poder pagar más, pero tienen que tener en cuenta la rentabilidad. «¿Y por qué no lo subimos a 10.000?», ironiza.

Una desempleada en formación me cuenta que la medida le parece bien, pero tal vez no sea el momento. A ella le inquieta que esta situación haga que en las empresas carguen de más trabajo a los empleados que ya tienen, y esto limite sus oportunidades de encontrar empleo. «Si suben el salario, esto hará que también suban los precios y al final será un círculo».

Será por mi origen gallego y la capacidad para relativizarlo todo que me otorga que, escuchándoles, me han reafirmado en que la respuesta correcta a la pregunta inicial es depende. Es evidente que adoptar medidas que mejoren las condiciones laborales y, por extensión, vitales de las personas siempre es positivo. Y también lo es que para ello el momento en el que las aplicas y la forma en la que lo haces influirán enormemente en sus resultados.

El tiempo, como siempre, nos dirá si esta subida tuvo los efectos deseados o no, pero, de entrada, nos genera muchas dudas.