«Muchos creíamos que la actuación de OTAN se parecía mucho a una provocación»

Cartas al director
Cartas al director CARTASALDIRECTOR

OPINIÓN

Xinhua vía Europa Press | EUROPAPRESS

26 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

OTAN: ¿cabalgamos o nos cabalgan»

De nuevo una frase del papa ha sido objeto de manipulación. Esta vez, para achacarle que justifica la invasión de Ucrania. Aún a pesar de que le haya dicho en público a Kirill, patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que no se convierta en monaguillo de Putin, e insistir: «Hermano, no somos clérigos de Estado, no podemos usar el lenguaje de la política sino el de Jesús». Y aquí está, en mi opinión, el quid de la cuestión. Juzgar las declaraciones del papa con gafas de un comentarista político, y dando por hecho que sus parámetros y razones se encuentran a ese nivel, es un error garrafal. Sería, en otro orden de cosas, como intentar comprender y explicar hechos históricos con la visión que hoy tenemos de las cosas.

Supongo que nadie mínimamente objetivo pensará que al papa le mueve el afán de extender el paraíso comunista, o que tiene intereses en la industria armamentista... Es evidente que su preocupación son las personas, las familias, los pueblos y el respeto a sus derechos, piensen en cristiano, en budista o no crean en nada.

Pero eso que expresó el papa ya lo pensábamos muchos, que creíamos que la actuación de la OTAN se parecía mucho a una provocación, y que iba a ser entendida como una amenaza por Rusia.

El correr de los acontecimientos parece confirmar quién gana y quién pierde con este conflicto. Desde luego, no gana la paz, ni la disuasión, ni la convivencia de los pueblos y su riqueza.

Habría que preguntarse el porqué de tanto empeño de los cowboys, y el de sus escuderos ingleses, tan dispuestos a echar rápidamente al mar sus bajeles. Naturalmente, siempre es más reconfortante plantear las batallas en territorio ajeno y lejano, para que los muertos, heridos, la destrucción y la miseria les toque ponerlos a otros.

Pienso que los políticos de la UE no han estado y no están, ni de lejos, a la altura.

Hay diferentes formas de integrarse en una Alianza defensiva, sin desplegar armamento a las puertas del vecino. A este debiera quedarle claro que lo que se busca no es atacarle, sino defenderse, con todas las consecuencias, de una probable agresión, particularmente a la vista de sus últimas actuaciones. No es lo mismo firmar un tratado de no agresión, y establecer un colchón que mantenga el statu quo, que incrementar bases y armamento en esos territorios limítrofes.

Evidentemente, no es igual. La elección de una u otra alternativa tiene mucha relación con lo que se pretende en realidad. Pero eso nunca nos lo cuentan. Francisco Javier Lage.