Historias para no dormir
Poco ha tardado Putin en amenazar a Europa con una guerra nuclear, tras hacerse eco de las bravuconadas en las que Trump informaba a los países que no contribuyesen lo suficiente a la defensa militar de la OTAN con que podrían caer indefensos a los pies de su colega de fechorías ruso. Este cowboy de media cordura, tras profundas reflexiones bélicas y económicas que lo han llevado a ser condenado por fraude e instigación a la sublevación, es el mismo que cabalga de nuevo hacia la Casa Blanca, que da alas a Putin y arrasa entre una sociedad americana más deseosa de un enajenado que los endiose con sus guiones de ciencia ficción que de un líder que contenga su legendaria fogosidad. En fin, si la justicia del país con la democracia más emblemática del mundo no lo remedia, volveremos a presenciar cómo dos líderes inestables controlan el armamento más letal de todos los tiempos. No teníamos suficiente con uno. Luis Cabaneiro Santomé. Lugo.
Venezuela, pobreza y dictaduras
Venezuela sufre desde hace muchos años la inflación más alta del mundo, y, en consecuencia, la clase obrera percibe el peor salario del planeta y es uno de los países más pobres del mundo, a pesar de tener tantas reservas petroleras que los diferentes dictadores no han sabido aprovechar. A estos dictadores no les importa en absoluto su país, y se mantienen ahí por el poder, sin importarles las crisis humanitarias de las que son responsables. Creo que la única alternativa para cambiar el régimen venezolano es que la mayoría de su pueblo se movilice constantemente, arrancando siempre desde las clases populares. José Antonio Ávila López. Rubí (Barcelona).
El vicio de leer
Hoy me he comprado el último libro del maestro Luis Landero, que recomiendo, como toda su obra, a quien quiera descubrir el arte-placer de la literatura. Antes lo había intentado en las bibliotecas municipales de A Coruña con una sugerencia de compra que en tiempos pasados atendían, con bastante buen criterio si hablamos de grandes autores; pero, transcurrido un tiempo prudencial, he desistido de lograrlo.
Resulta desolador ver en qué se ha convertido aquella red de bibliotecas que fue el modelo y la envidia de muchas ciudades de España cuando Francisco Vázquez las implantó en cada barrio de la ciudad. Un lujo visitar aquellos espacios de disfrute y formación al alcance de todos los ciudadanos. Hoy son lugares casi desiertos donde lo único visible es una ingente cantidad de publicidad sobre actos LGTB o políticas de igualdad, que aún siendo necesarias no parece acertado convertirlas en plataformas casi exclusivas de lo políticamente correcto. Quizá si hubiese sugerido comprar Manual para convertirme en una albóndiga captaría la atención de los técnicos municipales, pero la lucidez del autor extremeño no parece estar entre las prioridades de quien se encarga de enriquecer el fondo bibliotecario y rememorar lo que dijo Larbaud: «Ese vicio impune... de leer». Juan C. Mella. A Coruña.
Padre Cacheda
Lamentablemente, cuando los medios de comunicación se refieren a la Iglesia Católica suelen hacer mención a casos de abusos sexuales/pederastia a menores, obviando en demasiadas ocasiones la inmensa labor social que realiza. Sin embargo, la noticia de la distinción realizada por el Concello de Santiago al párroco de Sar José Porto Buceta llena de satisfacción no solo a sus feligreses, sino a la ciudadanía en general, que reconoce las virtudes y el activismo de este sacerdote. Pero, al igual que en Las Vegas no hay una simple placa que reconozca a Moe Green sus méritos en la creación de esa mítica ciudad, tampoco en la nuestra las autoridades municipales honraron como merece a otro gran sacerdote como fue Manuel Cacheda, que creó de la nada una parroquia, construyó el templo de San Fernando, la guardería infantil o eventos solidarios tan entrañables como O Día do Bocata. Aunque el Concello no le haya dedicado una calle, una estatua o una simple placa conmemorativa, la feligresía del Ensanche no te olvidará, Padre Cacheda. Julio Ramos Guzmán. Bertamiráns (Ames).
La mujer del César
A mí me parece que pringar a la mujer del presidente Sánchez en la trama Koldo, por el mero hecho de compartir participación en un acto de empresarios con uno de los ahora investigados, es no solo rizar el rizo, sino saltarse las más elementales normas de ética política y comunicativa. Claro que esta práctica es la ahora habitual en el contubernio político en el que estamos inscritos. Otra cosa muy distinta es que la esposa del presidente dirija un máster de la Universidad Complutense. Supongo que no sería este el caso, de no haber alcanzado Sánchez la jefatura del Gobierno. Y aunque a regañadientes acepto por historia y tradición la esencia nacional de «el que tiene padrino se bautiza», me rebelo ante este tipo de impostura vinculada a los escaños, cuyos ostentadores gozan de prebendas y practican atropellos que enervan al más pintado. Mire usted, es que no consigo acabar de acostumbrarme al ¿sabe usted con quién está hablando? Enrique López de Turíso. Vitoria.