Donald y Elon, crónica de un idilio roto

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

08 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia está jalonada de gobernantes con graves trastornos de personalidad y enfermedades mentales. Los desmanes de algunos, como Stalin, Hitler o Sadam Husseín e, incluso si nos retrotraemos un par de milenios, Calígula o Nerón, provocaron guerras y las muertes de millones de personas. Otros destacaron por sus manías o peculiaridades, si bien estas no repercutieron dramáticamente en la sociedad. En cualquier caso, ninguno de ellos generó un revuelo tan absurdo como el que está ocasionando Donald Trump desde su acceso a la presidencia de EE.UU. Si revisamos la hemeroteca de los últimos meses se evidencia cómo todas y cada una de sus grandes propuestas y declaraciones han resultado ser un fiasco. Así, por ejemplo, ni ha sido capaz de acabar con la guerra en Gaza ni con la de Ucrania. Es más, su inicial y aparente buena sintonía con Vladimir Putin ha demostrado ser un globo que se ha desinflado al primer embate.

Por otra parte, la sacudida a los diferentes mercados bursátiles y al intercambio comercial internacional, como consecuencia de su anuncio de impuestos a las importaciones absolutamente desmedidos, ha puesto en jaque las previsiones de todos los países, tanto aliados como no. Tras el impacto inicial, los gobiernos y las grandes corporaciones se han visto obligados a reestructurar sus proyecciones y sus planes de trabajo para minimizar la crisis. No obstante, dada la inconsistencia de Trump, no es descartable que retroceda en esta subida en cuanto considere que ya se ha salido con la suya demostrando al mundo lo importante y poderoso que es.

Cuestión aparte, no por ello, menos significativa, es la salida apresurada de Elon Musk del gabinete Trump. Su vinculación al inquilino de la Casa Blanca hundió las acciones de Tesla, lo que se ha traducido en la exigencia de retornar al puente de mando de sus empresas. Su fugaz paso por el Gobierno estadounidense también ha dejado un rastro de despidos y recortes cuya efectividad está por comprobarse. Además, se ha abierto la incógnita de cómo se resolverá el reciente rifirrafe entre Musk y Trump al hilo de la fuerte crítica del primero a la política fiscal del segundo. El cruce de acusaciones ha vuelto a sacudir la cotización de las acciones de Tesla. Pero lo realmente preocupante es la constatación de la poca credibilidad y fiabilidad de Trump y el temor a los gravísimos perjuicios que puede ocasionar en los tres años y medio que le quedan de mandato mientras el partido republicano mira hacia otra parte.