Una conductora recibió en su cara los cristales del parabrisas tras el impacto de uno de los proyectiles de cuarzo
21 jul 2009 . Actualizado a las 11:10 h.Fue una gamberrada que se saldó con numerosos coches dañados y al menos dos personas heridas. Desconocidos se dedicaron a lanzar piedras a vehículos en varias localidades de O Ribeiro durante el pasado fin de semana. Apedrearon coches en las travesías de Barbantes, Laias, Razamonde y Ventosela. Los hechos sucedieron en la noche del sábado, en la N-120. Personas desconocidas lanzaron piedras contra un Nissan Terrano, rompiéndole la ventanilla trasera izquierda. Dañaron un Chevrolet Kalos propiedad de una vecina de Ribadavia al que le abollaron la aleta anterior izquierda. A un vecino de San Amaro le rompieron la luna trasera de su Citroen Xsara y a un joven de Barbantes que apenas hacía 12 horas que había estrenado su BMW le hicieron añicos el techo solar. Las denuncias se fueron sucediendo y así se supo que los mismos autores de los hechos atentaron desde su coche en movimiento contra otros turismos en circulación: un Volkswagen Golf al que le rompieron el parabrisas por impacto; un Peugeot 205 dañado en la parte posterior izquierda; un Renault Clio con daños en la misma zona que el anterior y un Nissan Note, al que las piedras le dañaron el proyector delantero izquierdo, más una abolladura frontal.
Una conductora tuvo que ser atendida en el Chou porque se le clavaron los cristales del coche. A las 11.45 horas, por la travesía de Laias paseaban Vicente Conde y su señora. De repente, vieron cómo una piedra les pasó rozando la cabeza. «Escoitamos un estallido de pedra contra a parede e vimos outras pedras de cuarzo grandes. Pensamos que a pedra saíra polo aire fortuitamente porque un coche a pisara e lanzouna. De súpeto chegamos a ver de lonxe o coche, de cor clara, que ía en dirección Ourense. Foi unha animalada», señala este vecino. Metros más adelante vieron otra piedra entre dos coches intactos y un todoterreno con la ventana trasera rota. «A mente humana non sei onde vai dar», lamenta el señor Conde.
Un matrimonio de Razamonde que vive en Vigo acudió a las fiestas del pueblo y el marido tiene un brazo morado y herido por parar con él otro pedrusco que desde un coche le lanzaron. Otra mujer que salía a la N-120 desde el balneario de Laias también recibió pedrada en el coche.