Una normativa europea de obligado cumplimiento les obliga a adaptarse
08 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los paneles de cata de las denominaciones de origen ourensanas deberán ser modificados para adaptarse a una normativa europea -de obligado cumplimiento- que restringe su labor y la hace más selectiva. No bastará solo con tener el panel de cata formado, como sucede actualmente, sino que los integrantes deberán pasar por formación continua y también asumir otros parámetros más restrictivos. Cuáles son esos parámetros no quedó muy claro ayer, en un acercamiento al sector con motivo de una jornada formativa impulsada por el Evega dentro de los actos previos a la Feira do Viño de Valdeorras.
«Non é profesionalizar os catadores, pero si digamos que estean suxeitos a unha serie de estándares», según explicaba Juan Manuel Casares, director del Evega. Fue una mañana en la que hubo tiempo para la discusión entre los asistentes, vinculados al sector en varias denominaciones de origen de Ourense.
Casares explicó que la certificación se base en una máxima: «Tes que decir o que fas, tes que facer o que dis. A dificultade aparece non en dicir o que fas, senón en como facer o que dis, por todo isto...». Por eso, avanzó que la Evega prestará la colaboración a los consejos reguladores en lo que precisen. En este sentido, el próximo año habrá un curso en Valdeorras para catadores.
En el proceso de certificación
No hay un plazo para tener que estar adaptados a la normativa, pero es obligatoria. Lo mismo sucede con la certificación de la Enac, que están tramitando los cuatro consejos reguladores. En este sentido hablaba el director técnico del consejo regulador de la D. O. Valdeorras, Jorge Mazaira. «¿Fecha límite? Inicialmente ya teníamos que estar; es una de las herramientas obligatorias que nos exigen», explicaba. De hecho, avanzaba que aunque cuando en Valdeorras pasaron la primera cita para la auditoria de la Enac les dijeron que no había prisa; «pero en Ribeira Sacra y Rías Baixas ya les dijeron que en la próxima auditoría ya irán con el panel». ES por ello que defiende la necesidad de ponerse a ello ya.
Mazaira reconoce que el nuevo panel de cata supondrá mayor carga de trabajo, pero no hay opción al ser obligatorio. Eso sí, considera que puede suponer reducir el número de integrantes. «Tenemos 30 personas y probablemente no puedan quedarse, porque tendrán que trabajar de una forma más intensa y no todo el mundo va a estar dispuesto», avanzaba el técnico que señalaba que será necesario recibir formación continua para estar en el panel.