«El conocimiento hay que transmitirlo»

Marta Vázquez Fernández
marta Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Álvaro Vaquero

Estrella Portela ha trabajado en la abogacía y la sanidad, y cree fundamental la docencia de calidad

16 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Su vida ha sido una continua búsqueda de nuevos objetivos, de más conocimientos, de metas alcanzadas. Estrella Portela Atrio (Ourense, 1954), tiene el título de enfermera diplomada, pero también es licenciada en Derecho y ha ejercido las dos profesiones. Desde hace ocho años es la directora de la Escuela Universitaria de Enfermería, el centro en el que ella misma estudió después de trabajar varios meses con enfermos -quería saber si aquello le gustaba- y tras superar las prevenciones de sus padres, que consideraban aquellos estudios «poco científicos».

Recuerda aún perfectamente aquel lluvioso 12 de octubre en el que supo que había superado la prueba de acceso a la escuela, que entonces era de la Diputación provincial y estaba gestionada por religiosas. Se sintió feliz por la noticia, pero luego no todo fue como había imaginado. «Al principio tampoco yo lo llevé muy bien», admite la propia Estrella. «Era una escuela muy estricta, todas las alumnas estábamos internas en el primer pabellón del hospital. El horario de prácticas era más que profesional; las noches eran seguidas y descansabas un día a la semana... era duro. Nos llevaban muy a rajatabla en horarios y exámenes. Tuvimos que ser muy fuertes para superar aquello, pero la verdad es que salimos muy bien formadas», explica.

Al terminar, la joven enfermera se tomó un tiempo para estudiar opciones y enseguida decidió que quería abrir nuevos horizontes. Hizo la maleta y marchó a Madrid, a buscar trabajo en hospitales que nada tenían que ver con el pequeño, y anticuado, recinto médico provincial. «Me parecieron una locura. Entré a La Paz y me quedé asombrada; fui al San Carlos y aluciné, porque allí ya funcionaban con los buscas, que aquí en Ourense ni existían», recuerda. Al final encontró su sitio en el Puerta de Hierro, donde había muy buenas referencias de las enfermeras ourensanas.

 Pionera en la Complutense

Cuando ya llevaba dos décadas trabajando, quiso de nuevo ampliar horizontes y decidió ingresar en la Universidad Complutense. «Fui una pionera porque nunca antes habían tenido un caso de un alumno diplomado que quisiera hacer una licenciatura. Tuve que hablar varias veces con el rector, presentar documentación... pero al final no me pusieron trabas y como yo tenía buenas notas, entré en la carrera que quería». Y así fue como empezó a estudiar Derecho, compatibilizando las clases con su trabajo en el hospital. «Hubo cursos complicados, yo estaba agotada y pensé alguna vez en dejarlo, pero mis profesores me animaban, me decían que yo valía, así que seguí adelante». En cuarto pidió una excedencia. Terminó la carrera al año siguiente y empezó a trabajar en un despacho de abogados, llevando derecho matrimonial. «Todo eran casos de separaciones, divorcios con niños en medio, me daba tristeza aquello», reconoce Estrella, que entonces comenzó a pensar en regresar a Ourense con su marido, un nativo de Ciudad Real al que conoció en Madrid.

Era 1996 cuando volvió. Se incorporó al bufete de Emilio Atrio, pariente suyo, empezando desde cero. «Me colegié, hice la pasantía y tuve que adaptarme al ejercicio del Derecho en Ourense, donde era fundamental conocer todo lo relativo a las propiedades de las tierras, por ejemplo», explica. Tras algún tiempo ejerciendo, sintió de nuevo la llamada de la enfermería y pidió el reingreso en la sanidad. Eso implicó el regreso a Madrid. «Tenía que reincorporarme al hospital en el que había pedido la excedencia y eso hice, con la suerte de que a los nueve meses salieron plazas para Ourense y me concedieron una». Se integró en el complejo hospitalario y continuó trabajando en el despacho, además de dar clases sobre legislación en la Escuela de Enfermería. Luego le concedieron una plaza en el centro de salud de Cea, dejó el despacho, y, ocho meses después, fue elegida directora de la escuela. «Han sido años maravillosos. La docencia me gusta y la gestión de la docencia aún más. El profesorado debe dar una buena formación, eso es algo básico para que las personas se puedan defender en la vida. Yo siempre tuve claro que quería aprender. Hay que saber y transmitirlo a los demás. La sociedad tiene que prosperar a través del conocimiento».

«La escuela ha cambiado mucho, ahora los alumnos son los reyes»

A Estrella Portela le tocó vivir una etapa formativa muy distinta a la de hoy en la escuela de enfermeras de Ourense. Entró el primer año que funcionaba en la ciudad -de hecho ella en un principio pensaba ir a Santiago a estudiar- y entonces eran religiosas quienes lo gestionaban de forma estricta. El centro se ubicaba en los pabellones que hoy forman parte del campus provincial. En el primero de todos vivían las chicas, que compaginaban estudio con guardias y solo disponían de un día libre a la semana. Hoy el centro es, obviamente, muy distinto. La escuela pertenece ahora a la Universidad de Vigo, como centro adscrito, y las clases se imparten en instalaciones del complejo hospitalario. «Ahora los alumnos son los reyes, entre comillas», bromea Estrella, que considera muy positiva la evolución que se ha vivido desde entonces. «Ahora les facilitamos todo tipo de información, creemos que es bueno para ellos que tengan acceso a todo, creo que es mucho mejor que lo que pasaba en mi época».