La EPA sitúa la tasa de actividad de la provincia en mínimos históricos

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

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Eva Sarmiento

La provincia tiene 108.000 ocupados, el dato más bajo de la comunidad gallega

28 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es posible que la crisis esté quedando atrás y que los niveles del paro se estén por fin conteniendo en Ourense, pero de lo que no hay duda es de que cada vez hay menos población implicada en el mercado laboral, y eso no parece un detalle menor. Ayer mismo se hacían públicos los datos del informe de la Encuesta de Población Activa, relativos al segundo trimestre del año, que no solo sitúan una vez más a Ourense como la provincia de España con menor tasa de actividad, si no que además arrojan ese porcentaje a mínimos históricos, evidenciando una pérdida de población activa de casi un punto respecto a la encuesta del mes de julio del año pasado.

De acuerdo con el informe actualmente la tasa de actividad, un parámetro que indica qué parte de la población se encuentra participando activamente en el mercado de trabajo, se encuentra en el 47 %, un porcentaje peor que el que se registró durante los años de crisis y que es resultado de que en toda la provincia haya en estos momentos 108.000 ocupados, una cifra que apenas si supera a la de habitantes de la capital, que son 105.800.

Si se echa un vistazo a lo que ocurre en el resto de territorios gallegos, se observa que en todos la situación es diferente, y menos mala. Tanto Lugo, como A Coruña y Pontevedra tienen una tasa de ocupación superior al 51 % y en el caso de A Coruña, esta casi alcanza el 55%. En las tres es también mayor la cifra de ocupados que, en el caso de la provincia coruñesa, se multiplica por cuatro.

Analizando la situación por sexos, se observa que las mujeres tienen una tasa de actividad todavía peor a la general, que se sitúa en un 43 %, con apenas cincuenta mil ocupadas y casi once mil desempleadas. En el caso de los hombres, hay 57.000 ocupados y 10.500 parados, con una tasa de actividad del 51 %. En cuanto al paro, la estadística lo deja en niveles similares al del último estudio del Ministerio de Empleo, con un balance de 21.400 personas sin trabajo. En este capítulo sí mejora la provincia, ya que hace un año se contabilizaban 27.200 parados.

 Los inactivos

¿Y qué ocurre con el resto de ourensanos? La EPA afirma que en Ourense hay 144.900 personas consideradas inactivas. De ellas 15.600 son estudiantes, otras 91.700 son jubiladas y 24.700 aseguran dedicarse a las labores del hogar. Asimismo, hay 11.700 con una incapacidad permanente.

La patronal dice que la «recuperación está constatada» y los sindicatos ven «precariedade»

Como suele ocurrir, muy distinta fue la valoración ayer de los datos de la EPA por parte de sindicatos y patronal. Así, desde la Confederación Empresarial de Ourense, (CEO), se consideró que la evolución del paro «está siendo muy positiva, en consonancia con la registrada en el conjunto del Estado». El presidente de la institución, José Manuel Pérez Canal, aseguró que «la recuperación es un hecho constatado que ha alcanzado una aceptable velocidad de crucero y está llegando de forma nítida al mercado laboral, lo cual nos permitirá seguir trasvasando integrantes del colectivo de desempleados al de los activos, aliviando así la dura situación de muchos trabajadores y familias, que es uno de los grandes retos que tenemos planteados». Ninguna referencia desde la confederación empresarial, sin embargo, a la tasa de actividad.

Estadísticas «maquilladas»

Desde CC. OO. destacaron, por su parte, que «prodúcese unha perda de poboación activa do 1,7%, pasando do 48,9% do primeiro trimestre ao 47,2% no actual na taxa de actividade, o que axuda aos estamentos gubernamentais a poder maquillar as estatísticas dunha realidade laboral reiteradamente crúa e dura na provincia». Pedro Barreiros, secretario comarcal del sindicato, denunció la precariedad laboral que hay, en su opinión, detrás de los nuevos contratados. «O emprego que se crea é a costa de destruír o estable, de calidade e a tempo completo, substituíndose por emprego precario e sen dereitos, temporal, a tempo parcial e con baixos salarios», afirmó.