El brigadista de Lobios preso por incendiario cifra en 150 y 50 euros lo que le pagaron por dos fuegos

La Voz OURENSE

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MIGUEL VILLAR

Detenido el lunes de la semana pasada, confesó tanto en las dependencias de la Guardia Civil como posteriormente en el juzgado de Bande

18 oct 2017 . Actualizado a las 13:46 h.

El brigadista de Lobios Michael G. F., de 21 años, cobró 150 y 50 euros por dos de los incendios que admitió haber provocado en el municipio donde nació, donde reside y donde trabaja desde los 18 años -la actual era su cuarta campaña- como parte del operativo de lucha contra los incendios forestales.

El día 22 de agosto había alcanzado la categoría de sospechoso, después de que dos vecinos lo hubiera visto salir con su Seat León de un lugar donde acababa de iniciarse un incendio. Alertaron a la Guardia Civil y, con autorización judicial, desde aquel mismo momento todos los movimientos que hacía con sus coches quedaban registrados. Un artefacto electrónico lo permitía y, de ese modo, los investigadores pudieron relacionarlo con otros fuegos.

Detenido el lunes de la semana pasada, confesó tanto en las dependencias de la Guardia Civil como posteriormente en el juzgado de Bande. Admitió el incendio del 22 de agosto en Silvares, otro cinco días después en San Martiño de Araúxo. En este último, incluso participó con su brigada para apagarlo. El tercero, ya en octubre, precipitó su detención. Desde el día 10 de este mes está en prisión preventiva.

El presunto incendiario declaró ante la Guardia Civil que utilizaba un mechero y que actuaba por dinero, aunque la persona a quien señaló le dejaba libertad para que provocara el fuego donde quisiera. Se vieron en persona una vez, según su testimonio. Las otras veces, para entregarle el dinero, lo llamaba por teléfono con número oculto. Los billetes se los dejaba en un bar cerca de la casa del presunto contratante, disimulado en la «esquinita de un banco». Nunca prendió fuego cerca de casas.

A Michael, cuando de forma espontánea aludió a un presunto inductor, le enseñaron fotos de varias personas en el cuartel de la Guardia Civil. Identificó al segundo investigado, que se negó a declarar y quedó en libertad a la espera de ser citado por el Juzgado de Bande.