El registro del Sergas tiene el testamento vital de 650 ourensanos

Fina Ulloa
fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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IAGO CORTÓN

Representan tan solo al 10 % de los gallegos que han entregado sus instrucciones sobre las ayudas que quieren recibir, o no, al final de su vida

01 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando llega un día como el de hoy es frecuente reflexionar sobre lo efímero de la vida y su inevitable final. Sin embargo muy pocas veces esa reflexión lleva a tomar la decisión de dejar fijado cómo queremos que sea las últimas nuestras horas de existencia. Aunque hay la posibilidad legal de hacerlo. Se trata del Documento de Instrucciones Previas, popularmente conocido como testamento vital, un escrito en el que cada uno puede establecer los cuidados, ayudas médicas y tratamientos que se desean recibir y los que no cuando llega esa fase terminal. El objetivo de este documento es que la voluntad de cada persona con respecto a su final sea respetada en el momento en el que no tenga capacidad para manifestarla directamente. Desde que se puso en marcha el registro gallego que custodia esas instrucciones, hace casi una década, se han entregado 6.050. De ellos, solo 650 corresponden a residentes ourensanos. La provincia es la de menor presencia en ese registro, poco más del 10 %., aunque muy cerca de Lugo (el 11 % del total).

Según los datos del Rexistro Galego de Instrucións Previas, las mujeres son las más previsoras en este sentido -el 63 % de los presentados- y la edad es un factor decisivo: el 67 % son de personas con más de 51 años.

En ese documento no solo se refleja la propia voluntad sobre el apoyo sanitario que se desean recibir o aquellos tratamientos a los que se renuncia, sino que también se puede fijar el destino que deba darse al cuerpo o a órganos y tejidos una vez fallecido.

El Servicio Galego de Saúde tiene en su web toda la información sobre este documento y las diferentes maneras de formalizarlo -con dos testigos, ante notario o a través de un funcionario encargado en la delegación provincial de Sanidade- antes de presentarlo al registro; así como un diccionario de términos sanitarios relacionados para tener claro cuáles y cómo son esos cuidados médicos. También se facilitan los modelos para las instrucciones así como los que deben firmar los testigos y la persona que se puede designar como representante que será el interlocutor con el equipo sanitario para asegurar el correcto cumplimiento de los deseos del paciente en caso de que haya cuestiones que generen dudas. Pero estos modelos no son los únicos. Hay diversos formatos que se ajustan prácticamente a todas las orientaciones, desde el de la Conferencia Episcopal hasta la Asociación para la Defensa de la Muerte Digna, entre otras.

El servicio de hospitalización a domicilio del CHUO prepara un estudio para definir las necesidades de los pacientes paliativos

En las Xornadas de Enfermería de Ourense se presentó un informe titulado «Deseo expresado por el paciente paliativo de apresurar la muerte». Sus autores trabajan en el servicio de hospitalización a domicilio del CHUO. «Quisimos plasmar lo que percibíamos con nuestros pacientes paliativos en una situación avanzada de la enfermedad que, con frecuencia, nos expresan ese deseo», explica Ana Fernández Conde, una de los siete profesionales del equipo que realizará un estudio para evaluar la situación real. «El objetivo es definir qué podemos hacer para mejorar su atención; no solo desde el ámbito del sufrimiento físico sino también desde el anímico. Queremos ver si esa angustia está causada por algún déficit asistencial y si es posible implementar otras terapias o cuidados para que no llegue a esa situación», añade.

Los profesionales intuyen que los resultados del estudio apuntarán a la necesidad de que la asistencia a estos enfermos «implique también a otros profesionales como podrían ser los psicólogos», amplía la supervisora de enfermería de Hospitalización a Domicilio, Nancy Marra Gil.

Si reciben el visto bueno para la investigación, sería pionera en Galicia. «Cuando nos pusimos a ver las publicaciones sobre el tema prácticamente todas eran de otros países: se ha trabajado sobre ello en Alemania, Inglaterra, Canadá o Estados Unidos. Solo encontramos un estudio validado en España, aunque era únicamente con pacientes oncológicos y en nuestro caso el mayor porcentaje no lo es», aclaran.

De hecho, el perfil más habitual entre los paliativos -que son tan solo una parte de los que se atiende sanitariamente a través del Servicio de Hospitalización a Domicilio- es el de un enfermo crónico, pluripatológico y de edad muy avanzada. «Son personas que lleva muchos años sufriendo, con procesos de agudizaciones cada cierto tiempo, y que sienten que está sobrecargando a sus familiares cuidadores y todo ello, tanto el sufrimiento físico como el anímico, les produce angustia y les lleva a decir que quieren acabar ya», dice Ana Fernández.

«Los estudios que hemos analizado es que la causa que les lleva a desear la muerte es el agotamiento, tanto físico como emocional, y en el momento en el que estamos, con los medios que hoy tenemos, nadie debería de vivir con esas sensaciones esa etapa», opinan las profesionales.